𝙻𝚊 𝙿𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊 (Tom kaulitz)

٭28٭

Ya habían pasado 2 días, hoy tenía uno de mis primeros controles para ver cómo iba mí bebé.
Y para completar, dentro de unas semanas los chicos tenian un concierto.

Eran aproximada las 8:10 de la mañana, a las 9 tenía mí turno para el control.

Me encontraba desayunando con mí novio y mí mejor amigo, Bill y Tom.

-Decearia dormir un día entero- dijo el emo, bostezando fuertemente.

-el sabado tenemos el último concierto aquí, luego tenemos que viajar a Hollywood para seguir con la gira- hablo Tom.

-HAY SII, por suerte nada más tenemos que viajar a Hollywood y ya, en esos 3 meses que nos van a quedar tendremos conciertos y vacaciones a la ves- respondió Bill.

...

Nos encontrábamos ya en sala del hospital, la señora miraba atentamente el aparato dónde se encontraba mí bebé.

-Tu embarazo va excelente! Lo único es que te recomiendo tomar unas pastillas luego de que cenes, si no lo haces tendrás dolores muy fuertes en el vientre y eso puede ser peligroso- me contaba la enfermera.

-Si ya me pasó una vez y esas pastillas ya me las recetaron- le respondí con una sonrisa.

-Oh muy bien entonces, recuerda cuidarte por qué eres muy joven aún- decía Marta, la enfermera.

-Claro que si, ¿cuando vuelvo a hacerme el control?- pregunte, parándome de la camilla y acomodando mí ropa.

-El mes que viene linda, no lo olvides- dijo.

-Claro que no, muchas gracias!- le agradeci y saludamos para poder irnos.

-No lo puedo creer, vieron eso!- decia emocionado Bill.

-Sii, presiento que será una niña- dijo el de trenzas, pasando su brazo por mí sintura y tocando mí panza.

-mmm no, creo que niño- le peleaba Bill.

-Imaginense que sean mellizos!!- les dije.

-OJALA!!- grito el emo.

-noo- dijimos al mis.o tiempo yo y Tom.

Seguíamos en el hospital, habíamos parado por que me dolían mis piernas.

Por un momento Tom miro hacia atrás de mí, quedándose completamente congelado y con sus ojos abiertos.
Rápidamente miro a Bill, cuando el emo miro tuvo la misma reacción que el de trenzas.

-¿Que pasa?- pregunté confundía, dirigiendo mí mirada hacia atrás donde miraban los otros  dos.

Me quedé sin palabras, mí respiración comenzaba a agitarse y lentamente me iba desesperando.

-Linda, será mejor que nos vallamos- me dijo Tom, agarrando suavemente mí mano y comenzando a caminar.

-Si..- siguió Bill.

-lindo verte, hijita- me congelé a escuchar su voz, la voz de mí padre, ¿Que mierda hacia aquí?

-Tranquila- me consoló mí novio en un susurro, Mientras mí mejor amigo acariciaba mí brazo.

Suspiré y lo mire, sentía furia, tristeza, miedo, TODO.

-¿Que mierda quieres?- le pregunté, mis ojos comenzaban a aguarse.

-que te mueras- respondió seco, riéndose como un psicópata.

Senti un pinchazo en el corazón, era mí padre, el que me llevaba a la plaza de pequeña, el que en enseñó a atarme los cordones, el que me enseñó a andar en bici, con el habia pasado muchos momentos que dejaban un tatuaje en mí vida, y lo que me decía me dolía muchísimo.