Corría por las calles que apenas conocía de manera apresurada por la fuerte tempestad, tenía que llegar a su hogar antes de que la lluvia empeore y los rayos hagan acto de presencia.
Odiaba en sobremanera los ruidos fuertes de aquellas descargas eléctricas, le tenía un miedo irracional a ellos desde que tenía uso de razón aunque no sabía el motivado o que fue que lo llevo a tener esa fobia. Por lo tanto si no quería ponerse a llorar en medio de la calle sin nadie que lo ayude en esa situación tenía que llegar lo más antes posible.
Aunque parecía que nada en ese día gris estaba a su favor desde que se levantó con un hermoso sol pegando en su cara y en medio del almuerzo llegó una repentina tormenta haciendo que todos tuvieran que irse a sus respectivas casas al llegarle mensajes de que era un posible huracán que llegue a la zona arrasando con todo.
Por lo tanto era mejor que cada estudiante vaya a su domicilio a refugirase antes de estar entre cuatro paredes encerrados por quien sabe cuantas horas con muchas personas a tu lado.
- Mierda, creo que no llegaré a tiempo a mi casa - Se dijo a sí mismo entre maldiciones al escuchar los truenos y un relámpago alumbrar de forma tétrica la desolada calle.
Se detuvo un momento para pensar en que hacer, no creía llegar a salvo a su hogar, había salido temprano, pero tardo mucho por haber llevado a su compañera -que el primer día de clases se le pego como chicle- a su casa antes que dejarla allí en la institución al saber que él chofer estaba por recogerla.
Lo había interceptado en el camino y su compañera se tuvo que disculpar con él y decirle que se había olvidado que llamo al empleado para que la vaya a buscar.
¿Lo peor?
Fue que lo dejo varado allí sin siquiera tener la desencia de darle siquiera un aventon al menos hasta unas pocas calles de su casa para darle aunque sea un mísero de disculpa por tomarse el tiempo de acompañarla.
Varios truenos se escucharon más haciendo que se encoja de hombros y que su pobre cuerpo tiemble del miedo erizando todos sus vellos tal cual gato asustado. Miro a su alrededor para ver si había siquiera un callejón estrecho para esconderse allí hasta que la tormenta pase.
Todo lo que veía eran solos casas bastantes grandes para ser de un vecindario no tan lujoso como de los de clase media y los de alta alcurnia. En medio de ellos pudo ver una ¿cafetería?, ¿restaurante? o algo por ese estilo muy pintoresca y llamativa por su color rosado.
El letrero abierto aún se podía apreciar ante la lejanía que no era mucho por suerte y algunas sombras en la ventana, quizás personas refugiandose dentro.
- No tengo otra opción, iré allí - Dice para tomar pasos largos para llegar hacía el lugar rápidamente.
La lluvia estaba obstruyendo su vista un poco, pero eso no hizo que pare hasta poder llegar a su destino. Abrió con fuerza la puerta tanto que cayó estrepitosamente al suelo de un golpe en su frente al ser una puerta en donde debías empujar y no tirar como lo hizo él.
Avergonzado se levantó para ahora si empujar la puerta como se debe, encontrándose con varias personas mirándolo de manera rara. Trato de ignorarlos para seguir su camino hacía el mostrador en donde un agradable chico lo miraba curioso y con una sonrisa amable.
- Hola, ¿en qué le puedo ayudar? - Le preguntó tranquilamente él chico una vez pudo llegar allí.
Taehyung pudo ver que era una cafetería mirando los distintos postres que el mostrador de vidrio exhibía. Mordió sus labios y su cuerpo tirito un poco al sentir toda su ropa mojada y su cabello goteante.
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You Are His Obsession | KOOKTAE
RandomTaehyung es un Omega inocente que cayó en las garras del insaciable y destructor caníbal Jungkook. "No puedes escaparte, eres mío por siempre"