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Jungkook no sé veía bien o eso era lo que creía Taehyung al ver el rostro cansado y con ojeras del mayor. Le resultaba extraño verlo así cuando antes estaba de lo más feliz compartiendo momentos juntos en la cafetería.

- ¿Le sucede algo hyung? - Se atrevió a preguntar.

Estaban en el lugar de trabajo del mayor justamente cuando este tenía un pequeño descanso. Desde esa mañana tenía curiosidad sobre el estado tan raro del Omega pelinegro, no sabía como abarcar el tema, así que estuvo esperando, pero ya no se pudo aguantar las ganas de preguntar.

- ¿Por qué lo preguntas?

- Hyung, no se ve muy bien que digamos, tiene unas notables ojeras - Taehyung se mostraba genuinamente preocupado por él.

Jungkook asintió, lo sabía, su menor era muy observador cuando se lo proponía y sabía que en algún momento de esos días les estaría interrogando sobre su estado.

- Sólo no he dormido bien durante tres días seguidos.

No mentía con ello, ha estado trasnochando por que debía arreglar la estupidez de dos de sus subordinados. Perdieron la mercancía que uno de sus aliados les entregó, un perfecto humano saludable con piel tierna para poder triturarlo y comérselo en el almuerzo.

Ese estúpido tipo se escapó del camión cuando sus capturados se distrajeron en una absurda pelea de quien era más fuerte. A cada uno les costó un ojo la cagada que se mandaron y ahora estaban encarcelados en el sótano por varias semanas sin comer y beber agua.

Un castigo cruel, pero justo para Jungkook, no merecían menos por cometer faltas. Él no toleraba para nada un minúsculo error, aunque fueran de los subordinados más fuertes de la legión. No perdonaba a nadie, todos debían tener castigos de acuerdo a lo que han hecho mal.

Se había encargado de hacer una búsqueda entre algunos de la legión, también se sumó a ello, pero estaba siendo difícil encontrar a la rata escurridiza. Estaba más que seguro que alguien le ayudo para esconderse y por ello aún no han podido localizarlo.

- Eso es muy malo hyung, debería dormir bien, sé que está tratando con una situación difícil con el dinero y por ello está estresado, pero eso no significa que debas dormir hasta altas horas en la noche.

Taehyung era tan ingenuo en creer todas las mentiras que le daba Jeon, ¿él con una situación difícil con respecto a lo económico?, eso era una total falacia. Dinero es menos de lo que se preocupa, tiene mucho, más de lo normal, sin embargo estaba encantado con la estupidez que representaba Kim, creyéndose todo.

- Ya lo sé - Fue lo que se limitó a responder.

El Omega menor quería seguir alentando a su mayor para que tome en consideración lo que le decía, aunque no pudo hacerlo por la presencia repentina de uno de los compañeros de Jeon, quien se acercó a su mesa un tanto con la mirada perturbada, aquello le dio una advertencia al caníbal de que no había nada buena en que saldría de su boca.

- Boss... digo Jungkook, tenemos un código rojo - Dice Jimin nervioso y tratando de no mirar al Omega que estaba con su jefe.

Jeon apretó sus manos por encima de su regazo a oculto de la vista de Taehyung. Ambos estaban en un tanto alejados de todos los "clientes" esa tarde luego de las clases, habían llegado hace menos de una hora para tener una agradable almuerzo.

Almuerzo que fue interrumpido por Jimin, puesto que esté aunque no quería intervenir en sea lo que sea que hace su Boss con su Omega raro, no podía dejar pasar lo que le habían avisado sus demás compañeros de la situación en la que se encontraban.

You Are His Obsession  | KOOKTAE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora