Corría por la habitación tal y como se lo había pedido su grandioso hyung. No entendía porque quería que haga aquello, pero él lo obedecía tan sumisamente, como lo ha hecho desde que nació o eso le había dicho Nube.
-Puedes parar ahora - Dijo su hyung.
Feliz de haber terminado su super duper misión de correr en círculos por todo el cuarto que pertenecía al mayor. Se sentó en el suelo para agarrar los juguetes que estaban allí, los había tirado cuando Nube le ordenó correr.
- Ete eres tu hyung~
Jungkook sonrió para tomar entre sus manos el lobo negro que tenía como juguete su rayito de luz. Le había dicho que su lobo Omega se parecía a ese y desde entonces Tata llevaba consigo el objeto a todas partes, no sé separaba por nada del mundo.
- Se dice esté no ete - Corrigió tranquilamente.
El niño había cumplido cinco años hace algunos meses, su vocabulario era extenso, pero sin dudas siempre confundía o no podía pronunciar alguna que otra palabra y él como su hyung estaba feliz de corregirle esos errores no tan notables.
- Oh... ete... es... este.. ¡este!
El pequeño Kim celebró dando un bailecito mientras ría junto a Jeon, ambos se divertían estando juntos. Para Jungkook esos momentos con él menor eran maravillosos, con él podía olvidarse por varias horas de los experimentos que hacían con su cuerpo aquellos científicos locos, de la tortura, el dolor y la agonía que sentía cada vez que le inyectaban líquidos de dudosa procendecia en su sistema.
Esas inyecciones hacía que su cuerpo se sintiera pesado, adolorido y agotado, hay ciertos medicamento que también le obligan a consumir, eran asquerosos y le dejaban abrumados, asfixiados o somnoliento la mayor parte del día.
No sabia para que propósito lo hacían, ni que les incertaban, puesto que era "confidencial", sólo sabía que él era una especie de humano que debía estar listo en cualquier momento para ser usado como un arma contra alguien.
- Nube... ¿comer? - Preguntó el niño de ojitos mieles señalando la puerta.
Se dio la vuelta para ver un contenedor de basura mediano, él hedor que emanaba era fuerte, olía a sangre y a putrefacción. Le habían entregado sin darse cuenta la comida del día, era hora del almuerzo.
- Ah, tiene un aroma delicioso, espero que sea de esa humana que vi ayer cuando me llevaron al laboratorio para probar un fármaco nuevo.
Kim no entendía nada de lo que su hyung hablaba, su capacidad para entender era muy baja, así que se lo tomaba como que la carne era rica y que era hora de comer.
- Comer, Comer, ñam ñam ñam - Decía tocando su pancita, también tenía hambre.
Jungkook se dio cuenta de ello y rápidamente busco el contenedor para atraerlo al centro de la habitación, trataría de comer bien con él menor y dejarle un poco a su hermano una vez vuelva de la oficina, seguramente estaría muy lastimado y hambriento.
No siempre estaban en el laboratorio o en la habitación, muchas veces lo llevaban a la oficina todo encadenado y con un bozal en la boca para ser castigados con el demonio de Kim, él padre de Tata. Allí adentro sufrían de golpes continuos con varios palos, algunos tenían púas, otras agujas incrustadas o la que era peor, él bate de béisbol que fue modificado con hojas de cuchillas afiladas y así poder golpearlos hasta dejarlos inconciente.
Cuando estaba de buen humor utilizaba la caja de herramientas, en esa caja había pinzas pequeñas que arrancaba pedazos de su piel, no era continuo que los usará, en sus viente años de vida hubo tres ocaciones en que los utilizo en su espalda. También les martillaba las manos, les clavaba clavos en las plantas de los pies o quemaba los cuchillos para marcarles las piernas como si fueran vacas.

ESTÁS LEYENDO
You Are His Obsession | KOOKTAE
De TodoTaehyung es un Omega inocente que cayó en las garras del insaciable y destructor caníbal Jungkook. "No puedes escaparte, eres mío por siempre"