El pais de las maravillas jamas se sintió igual desde que la Reina de Corazones había sido desterrada a la Isla de Los Perdidos. Ahora su hija llega a Auradon con la intención de robar la varita magica del Hada Madrina y liberar a los villanos de la...
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MISTERIOSO ENSOMBRERADO
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Irina De Crims
JAY IGNORO las palabras de Mal y fue a jugar junto a Carlos dejando a la pelimorada enojada.
— Esto es serio, Jay — dijo seria mientras hacía una pequeña mueca.
— Hada Madrina, bla bla bla, varita mágica, bla bla bla — dijo mientras hacía poses raras sujetando los controles del videojuegos.
Evie y Carlos rieron ante el comentario de Jay pero yo me contuve al ver el rostro enojado de Mal, estoy segura que si ella fuera hija de la Reina Roja su cabeza hubiera crecido como la de mi madre.
— ¡Chicos! Esta es la oportunidad de probarnos ante nuestros padres — dijo Mal acercándose a la mesa, todos se callaron y la miraron —. Demostrarles que somos malos, inhumanos y crueles.
Todos bajamos la mirada meditando sus palabras, tenía razón. Esta era mi oportunidad de demostrarle a mamá que yo era digna de ser su hija, merecía ser heredera del Pais de las Maravillas.
— Evie, el espejo — dijo Mal cortando el silencio y sentándose junto a mi.
Evie busco en su estuche su espejo mágico y al encontrarlo lo saco y lo puso a una distancia donde todos pudiéramos ver.
Resulta que la varita esta en un museo, que irresponsabilidad. Nadie debería dejar un objeto tan poderoso en un simple museo.
Corrimos por las solitarias calles mientras Evie era la encargada de guiarnos hacía la varita, al llegar al museo nos acercamos a la puerta y nos asomamos por las pequeñas ventanas de esta.
— ¿Esa es la rueca de tu madre? — pregunto Jay burlandose de Mal.
— Si, se ve algo tonta — siguió Carlos.
— Es mágica, no tiene que ser siniestra — se defendió Mal sacando su libro de hechizos.
Observamos como Mal quiso hacerle un hechizo al oficial que estaba de guardia para que el se durmiera pero no funciono, solo le provoco un bostezo.
