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¡JAY NO!

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¡JAY NO!

LLEGAMOS JUNTO a Evie y Mal, los cuatro nos acercamos a Carlos quien veía para todos lados con miedo

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LLEGAMOS JUNTO a Evie y Mal, los cuatro nos acercamos a Carlos quien veía para todos lados con miedo.

― Ya era hora, este lugar asusta ― dijo Carlos cuando los cuatro estuvimos cerca de él.

― No seas llorón ― dije sonriendo con burla.

― Mandona ― me respondió el cruzándose de brazos.

― Bebe ― fruncí mi ceño.

― Tomate.

― ¡Ya basta! ― Mal se puso en medio de ambos mientras Carlos y yo seguíamos mirándonos con los ojos entrecerrados.

― Busquemos la varita ― dijo Jay pasando mientras se llevaba a Carlos de los brazos.

Le saque la lengua cuando Jay se dio vuelta y el me regreso el gesto.

― Vamos reinita ― Evie me tomo de la mano y seguimos a Jay y Carlos.

En el centro de la habitación se encontraba la varita mágica siendo iluminada por una fuerte luz azul cielo.

― Lo logramos ― dije viendo la varita con ilusión, esa era mi llave para demostrarle a mi madre de lo que era capaz.

― Jay, no ― mire al chico de gorro cuando la voz de Mal se hizo presente.

Jay paso la pequeña barrera de metal para acercarse a la varita.

 ― Jay, espera ― Evie trato de detenerlo, pero el chico comenzó a estirar su mano para tomar la varita.

― ¡Jay no! ― grite justo cuando el de gorro toco una barrera invisible que rodeaba a la varita, una fuerte alarma comenzó a sonar.

Cubrí mis oídos mientras Jay se levantaba del piso debido al impacto que tuvo con la barrera.

― ¿Una barrera invisible y una sirena? ― grito Carlos para que lo escucháramos.

― Es un poco excesivo ― dijo Jay acomodando su gorro.

𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓; 𝓓𝓮𝓼𝓬𝓮𝓷𝓭𝓪𝓷𝓽𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora