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Un sentimiento de profunda tristeza
<<<CAPITULO TRES>>>
Una sensación reconfortante

Una madre estaba muy preocupada por su pequeña hija, la cuál se veía un poco triste en aquel día nublado. Había intentado preguntarle que sucedía, pero la pequeña se rehusaba a hablar a lo que la madre no soportando ver a su dulce niña de ese modo volvió a insistir.

"-Mi amor, por favor dime que paso...-" La señora Fernanda estaba realmente preocupada por la actitud de su pequeña, y no dudaría en hacer lo que fuese con tal de que su pequeña pueda ser feliz.

La razón de esto es que los padres de la pequeña Andrea se habían separado desde que esta era una bebé, obviamente la madre de Andrea había tenido muchos problemas y la separación fue muy dolorosa, pero a pesar de eso se mantuvo fuerte por su pequeña. Aún tenía contacto con el papá de Andrea ya que este aun les daba la pensión obviamente, y también por si su hija deseaba verle o conocerle, cosa que de momento no era de interés para la niña.

"-Es que... hoy Ashley llevo un dibujo que hizo de nosotras ya que es buena dibujando, y Ximena llevo un cuento para leernos ya que ella lee bien, y yo no soy buena en nada y me siento mal por no poder darles nada...-" La pequeña Andrea parecía tener muchas ganas de llorar, ya se habían estacionado frente a su casa, a lo cual la pequeña no pudo evitar más y rompió en llanto.

"-Oh no, no llores mi niña, todo esta bien-" Habló la mamá de Andrea sintiéndose mal por su hija, desabrocho su cinturón y la cargo para dejar que llorara mientras la abrazaba, acarició su espalda suavemente intentando calmar a la menor. Cuando esta paro de llorar salió de auto con ella y mientras caminaban a la casa volvió a hablar "-¿Qué te parece si cocinamos galletas y se las llevas mañana? No eres buena leyendo y dibujando, pero, ¡les puedes mostrar que eres una buena cocinera!-"

La pequeña limpió sus ojos y miro a su mamá con un gran brillo en estos ¡Su madre era genial! Al día siguiente en clases llevó unas galletas hechas por ella y su madre, más por ella. Y en el descanso se junto con las dos y se las dio "-¡E-Esto es p-para ustedes!-" Les entrego las galletas con el ceño un poco fruncido y muy avergonzada. Pero al ver a sus amigas comiendo sus galletas y elogiándola la hizo suavizar su ceño y sonreír levemente, a partir de ese momento deseaba cocinar más para sus amigas, deseaba verlas sonreír y elogiar su comida un poco más.

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⏰ Última actualización: Aug 21 ⏰

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Recuerdo de personas que no volveré a ver...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora