Capitulo 4

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Riley llena de emocion se dirigió a su casa para poder alistarse, Val había quedado en pasar por ella, no podía sentir más nervios, pero aún no tenía muy claro el ¿por qué?.

Una vez más se observo frente al espejo, vestía un pants holgado y una playera un poco floja, su cuerpo delgado y sin forma le causaba mucha inseguridad, así que acompañar a Val a sus entrenamientos era ganar 2 veces, por qué así ella podía convivir más y conocerla mejor, y a la vez que hacia eso comenzaba a trabajar en su físico.

El timbre sonó, y Riley sabía perfectamente quien era, aún no estaba lista, pero bajo rápido

-Voy en un momento- grito mientras luchaba con sus tenis

Se quedó parada frente a la puerta, analizando la situación de como abrir e invitarla a pasar en lo que tomaba su bolso con lo necesario.

-Hola Val, que gusto volverte a ver- extendió su mano- puedes esperarme un poco, me falta guardar mis cosas dentro de mi bolso

-Hola Minnessota- decidió chocar los 5 en vez de darle la mano formalmente, se le hacía rato hacerlo, por qué nunca antes se habían saludado asi- claro, tu toma tu tiempo, yo te espero

-Vuelvo en unos minutos- Salido disparada a su habitación, no iba a hacerla esperar mucho

Val observaba con curiosidad la casa de Riley, vio las fotos de la familia Andersen que se mostraban en cuadros por la casa, le causó mucha ternura observar a Riley de pequeña, aunque a leguas se notaba lo traviesa que había sido durante su infancia

Riley no tardo en bajar, y ver a Val observando sus fotos hizo que se sonrojara

-Wow Minnesota, creo que de pequeña realmente fuiste muy traviesa- dijo Val mostrando una foto donde se podía ver a Riley rayando las paredes con crayones en las dos manos

-Bueno, es que debía buscar alguna manera de no aburrirme- trato de justificarse

-Sabes, yo una vez que llovió mucho, se hizo un charco y mis papás estaba distraídos, así que decidí meterme a nadar en el- Val río un poco al recordar eso - mi mamá se dio cuenta que no estaba en casa, y cuando me busco, vio que estaba ahí, llena de lodo y pasto seco

Riley río al imaginar esa escena de Val en esa situación

-Bueno, basta de anécdotas, después podremos hablar más sobre eso, ¿estás lista?- pregunto levantando una ceja

-Claro Val, ya vámonos-

Así ambas chicas se dirigieron a la zona donde sucede la magia, donde los mortales se convierten en dioses (al menos así lo decía Val) el gimnasio

Cuando llegaron Riley se sintió más pequeña, era un gran lugar, no había tantas personas por qué a Val le encantaba entrenar cuando no había tanta gente

Ambas chicas comenzaron a calentar, y después Val ayudo a Riley con su rutina, durante el entrenamiento bromeaban y jugueteaban un poco.

Riley pensaba en lo sexy que se veia Valentina cubierta de sudor y con la ropa ajustada a su cuerpo, no supo en qué momento sus pensamientos se concentraron en otra cosa y en otras situaciones y su cuerpo reaccionó de manera que normalmente reacciona ante un estímulo así, pero Riley no sabía que eso podia pasar, cuando desvío su mirada con Val y noto que ella la estaba mirando, regreso a la realidad no pudo evitar sonrojarse.

Por otro lado Valentina pensó que algo le sucedía al Riley, por qué se quedó con su mirada perdida mientras estaba sentada en un banco.

-hey Riley, ¿estás bien? - se agachó frente a ella para poder comprobar si estaba bien realmente

-Eh, yo, si, si lo estoy, solo me quedé pensando, iré al baño, ya vuelvo- Riley salió disparada pues sentía algo muy raro en su entre pierna

Val solo pensó que eran los efectos del ejercicio, mientras que Riley notaba que su ropa interior estaba húmeda, pensó que era sudor, pero no podía ser, por qué solo estaba en una zona muy específica, no sabía que estaba pasando, por suerte ella ya había terminado su entrenamiento y solo estaba esperando a Val.

Cuando Riley salió del baño vio que Val estaba sentada esperándola para poderse ir juntas al entrenamiento de hockey, Riley estaba muy agotada, pero debían ir, no podía creer que está era la rutina diaria de Valentina.

Después del incidente de Riley, ella comenzó a cuestionarse más y más, por qué reaccionaba así con Val, debía descubrirlo más tarde.

Ambas chicas llegaron a su entrenamiento, aunque Riley quedó peor que exhausta, llegó un punto en el que ya no sentía las piernas, pero su ego hacia que se forzará más de lo que podía y claro que lo hizo, esa chica tenía una gran dedicación a lo que hacia.

En el vestidor Riley seguía la misma rutina, esperaba tener el vestidor para ella sola y poder cambiarse rápido y dirigirse a su casa para tomar una ducha que su cuerpo reclamaba urgente mente, según ella olía horrible, la hormonas hacían cosas que no le gustaban, aunque llegando a casa debía investigar por qué sucedió lo que sucedió en el gimnasio con su cuerpo.

Ver a Val en situaciones específicas hacia que su calor corporal aumentará notablemente.

Riley tomo sus cosas y se dirigió donde estaba Val y las chicas para despedirse de ellas, su mamá había decidido que pasaría por su hija al entrenamiento.

-Hey Minnesota, Val nos contó que diste todo con ella en el entrenamiento - dijo Dany - la verdad te admiro, yo una vez intenté seguirle el paso y quedé muerta

Dany hizo un gesto exagerado, pues la primera y última vez que entreno con Val, había acabado muy cansada, siempre pensó que Val estaba loca con su entrenamiento exahustivo, pero si algo debía admitir es que Ortiz de verdad se cargaba un cuerpo digno de admirar.

-Bueno, creo que no fue tan difícil, disfrute el entrenamiento con ella aunque he de admitir que durante la práctica estuve a punto de rendirme - claro que Riley estaba cansada - bueno, yo venía a despedirme, mi mamá pasara por mi, nos vemos chicas

-Riley, ¿crees que pueda irme contigo?- Val le pregunto, por alguna razón queria pasar más tiempo con la rubia- es que mi mamá no podrá venir conmigo, tuvo un asunto y no podrá venir

-Ah, claro Val, vamos, no creo que mi mamá tenga problema- Riley pensó en todos los escenarios posibles, la mayoría desastrosa

Ambas chicas que despidieron de las demás y salieron buscando el auto de la mamá de Riley y lo encontraron muy rápido

-Hola ma, ¿Crees que Val pueda venir con nosotras? - Riley le pregunto nerviosa a su madre

-Buenas noches señora Andersen, le preguntaba a Riley si podrían acercarme a mi casa, mi mamá tuvo que salir y no podrá venir por mi -Val explico el por qué quería ir con ellas

-oh, Hola ¿Val? - su mamá pregunto el nombre de la chica, pues su hija les había contado lo maravillosa que era su amiga pero nunca se laa había presentado-

-Disculpe, que descortés, no me presenté, Soy Valentina Ortíz y soy amiga de Riley-

-No te preocupes, solo que Riley no se ha tomado la molestia de presentarnos a sus nuevos amigos, claro que te dejare en tu casa, solo dime por dónde irme-

Las tres comenzaron el viaje entre platicas y más anécdotas, dejaron a Valentina en su casa y al llegar a la casa Andersen, Riley ceno en familia y se dirigió a tomar una ducha y recostarse en su cama para dormir.

Entre la admiración y el deseo: Riley x Val Donde viven las historias. Descúbrelo ahora