12 | Sillón suave

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"Para superar el pasado, primero tienes que aceptar que el pasado ha terminado-. DESCONOCIDO

Desde que habíamos dejado atrás la sala donde se encontraba Evangeline, Dante no me había dirigido ni una sola palabra; y aunque solo pude observar a este dando vueltas en el recinto con lo que parecía ser un conector en manos, yo permaneci alerta mientras observaba bien el lugar.

Era un espacio no muy estrecho, incluso más grande que mi habitación con Helen; desde mi posición pude observar dos sillones (uno a la izquierda y otro a la derecha del salón); en medio, frente a mi, habia una gran pantalla de TV conectada a una máquina que se encontraba debajo de esta; de dos rincones sobresalían unos cables, mismos que pasaban de un rincón a otro pero por debajo de los sofás. Dante estudiaba cada cable con cautela, como si de eso dependiese su vida.

Empecé a adentrarme mas en el lugar; me percate de que los bordes del techo tenían una especie de bombillitas, mismas que seguian un patrón de luz ipnotizante: una encendida, la otra no, la siguiente encendida, pero la próxima no, y así sucesivamente.

-Tranquila Andrómeda, si estamos aquí es para darle fin a todas tus dudas-, rompió Dante el silencio-.

Asentí mientras seguía rondando el lugar; las paredes tenían pedazos de periódicos con un escrito en ingles y varios cuadros con pinturas abstractas, quería preguntar si el lugar le pertenecía a alguien en específico, pero mejor me ahorre la pregunta y en su lugar pregunte si podia sentarme. Dante asintió desde el rincón.

El sillón era acogedor y suave, en un momento llegué a sentir que me absorbía y sin darme cuenta poco a poco empecé a cerrar los ojos.

De un momento a otro sentí una sensación de confusión, junto con una gran punzada de dolor en la cabeza. Pase de sentirme cómoda a insegura. Algo dentro de mi me hacía culparme, pero ¿De qué? Y ¿Por qué?; Involuntariamente palabras salieron de mi boca:
-Por abandonar tu perfección-, dije-. Ni siquiera había movido la boca, solo se que salieron de mi interior.

No sabía que me estaba pasando, sentí como algo de conectaba a mi cabeza y como si ese algo fuese el controlador de mis acciones y no mi cerebro abri los ojos.

Me di cuenta de que aún me encontraba sentada en el sillón, pero cuando levanté la mirada me percate de que ya no estaba en la misma habitación y Dante no se encontraba allí.

Me puse de pie en busca de una puerta o una ventana por la cual salir, pero no habia absolutamente nada, solo éramos el sofá y yo en aquel lugar rodeado de cuatro paredes completamente blancas; y ni siquiera se podía ver de donde provenía la luz que llenaba el espacio.

Estaba tocando todas las locetas, tanto las del piso como las de las paredes en un intento de activar algún tipo de trampilla que me llevaría hasta la salida, justo como en las películas. Pero nada dió resultado.

-Hola Andrómeda-. Lleno el lugar una voz robótica femenina-.

-¿Quién anda ahí?- solté muy asustada-.

-No te preocupes Andrómeda, no tienes porque asustarte-, volvió a emitir sonido la voz-.

-¿Qué no me preocupe?-, dije-. Literalmente me está hablando alguien que parece estar observando me, pero que yo no logro ver-, solte aún más asustada-.

-Disculpa mis modales-, dijo -Soy La Fénix-. Se proyecto frente a mi el cuerpo y rostro mecánico de una mujer.

¿La Fénix?; recordé la conversación que tuve con Helen en los pasillos.

-¿Eres la tecnología que le da funcionalidad a los relojes de la resistencia?-, pregunte ahora más calmada-.

-Exacto, pero también soy la fuente de energía del refugio, la base de Las Memorias Ultramentales (Lum) y.... en pocas palabras: soy todo lo que le da vida a esta resistencia-, añadió con una chispa de orgullo-.

Primero resulta que mi vida era una farsa creada por un demente egoísta, luego que el verdadero mundo estaba destrozado y los que quedaban fuera de los sueños estaban refugiados en una cueva que les daba acceso a tecnología avanzada; y ahora me encontraba frente al sistema (como se le pueda llamar) que operaba para esa tecnología; no, literalmente era esa tecnología.

-¿A donde vas?-, escuché preguntar a Fénix-.

-No se porque te lo cuento pero voy a acostarme en ese sofá-, señale-. Me dormiré y lo más seguro es que me ocurra una de estas dos cosas:

<<1) Despertaré en un hospital, con la noticia de que había tenido un accidente automovilístico.

<<2)Estaré internada en un hospital psiquiátrico, pasando por mi peor trance mental.

-Cuando despiertes seguirás aquí solo por cuatro cosas-, empezó a usar el mismo tono que yo-.

<<1) Esta es la realidad.

<<2) Los autos están bajo los escombros, así que es difícil que te atropellen en estos días.

<<3) Los hospitales para personas con problemas mentales, se encuentran casi o ya destruidos; basado en mis datos solo tengo registradas a dos personas de la resistencia que estudiaron psiquiatría, el comandante y la subcomandante Dante Alighieri y Evangeline Sartorius.

<<4) Por último está el conector, ese que tienes conectado a la cabeza, mismo que impedirá que salgas de aquí o más bien despiertes.

<<Así que las probabilidades de que vuelvas a aparecer aquí están al 100%, Andrómeda.

DESPIERTA [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora