La hija de la noche

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"Mi padre siempre me contaba historias de dioses y héroes pero nunca creí que existían. Hasta hoy"

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La mitología griega es una ventana de entendimiento a nuestro mundo, a nuestra cultura, creencias, hasta de nosotros mismos. A veces, lo que parece irrelevante puede tener un impacto profundo en nuestra forma de ver el mundo.

Eso es lo que piensa Maia, una chica aparentemente normal que sufre de dislexia y TDAH (Trastorno Hiperactivo del Déficit de Atención), gracias a esto es muy inquieta.

Desde que era pequeña había visto monstruos aterradores, pegasos... Y cuando lo contaba a sus compañeros de clase pensaban que estaba alucinando. Esa era otra razón por la que era acosada por otros estudiantes.

Ahora, Maia estaba sentada en clase de latín mientras el profesor González, quién era su padre, explicaba mitología griega.

— Como hemos dicho en la anterior clase Cronos era el rey de los titanes y junto a su esposa Rea engendraron a muchos hijos pero, su padre Urano, predijo que uno de sus hijos le arrebataría el trono, así que Cronos se comió a sus hijos nada más nacer.

González se paseaba por la clase mientras miraba a sus estudiantes. Algunos buscaban distracciones por el aula pero el les dio una palmada en la parte posterior de la espalda para llamar su atención.

— Rea escondió a Zeus y le dió a Cronos una piedra la cuál devoró sin sospechar. Cuando Zeus creció se propuso vencer a Cronos y le dio una pócima que hizo vomitar a sus hijos. Luego Zeus, junto con Hades y Poseidón, enviaron a su padre al Tártaro y se repartieron el mundo.

Maia miraba por la ventana pero sintió como una pelota de papel caía en la parte posterior de su cabeza.

Era uno de los bravucones de su clase.

Esa noche, Maia se encontraba con su padre mirando las estrellas. También mediante la astrología se podía hablar un poco de la mitología.

Cuando Maia se durmió en su cama, su padre seguía mirando las estrellas en el balcón cuando sintió una presencia a su lado.

— ¿Por qué has venido? — preguntó González, sintiendo una mezcla de temor y respeto — ¿Es sobre Maia?

— Sí — respondió su voz suave como un susurro de viento —. Nuestra hija está destinada a un camino que apenas comienza a revelarse. Siento su potencial, su conexión con el mundo que muchos desconocen.

González frunció el ceño, recordando sus pensamientos sobre enviar a Maia a cierto lugar.

— He pensado en mandarla allí para que esté a salvo, para que aprenda a manejar lo que es. Pero, ¿está preparada?

La figura inclinó ligeramente la cabeza, una sombra de preocupación cruzando su rostro.

— Cuando llegue el momento, es importante que esté lista, pero no sólo en habilidades. Necesita comprender su esencia, lo que significa ser hija de la noche. La preparación no es solo física; es emocional y espiritual.

— ¿Qué debo hacer? — González preguntó, sintiendo la presión de la responsabilidad — Quiero protegerla, pero no sé cómo. ¿Cómo puedo ayudarla a entender?

Ella extendió una mano, y en ella apareció una pequeña luz tenue, como una estrella fugaz.

— La guía no siempre viene en forma de respuestas directas. Debes permitir que Maia explore su identidad. Estará rodeada de sombras, pero también de luz. Cuando llegue el momento, confía en que sabrá encontrar su camino.

González asintió, sintiendo una mezcla de alivio y inquietud.

— Entonces, esperaré. Pero, ¿cómo sabré cuándo es el momento adecuado?

— Los signos se manifestarán — respondió, su voz ahora resonando con una calma serena —. No te preocupes, el destino tiene su manera de revelarse. Solo asegúrate de estar atento a las señales y de ser un faro para ella.

Con un último susurro, la figura comenzó a desvanecerse en la oscuridad, dejando a González con una sensación de claridad y un renovado sentido de propósito. Sabía que, aunque el camino de Maia sería complicado, no estaban solos en esta travesía.

La noche continuó en silencio, pero en el corazón de González, una llama de esperanza creció. Tendría que estar preparado, no solo como padre, sino como guardian de una verdad que apenas empezaba a desvelarse.









Personajes

Maia González

"Me encanta estar en las sombras, no sé porque pero me tranquiliza y el hecho de ver en la oscuridad me ayuda

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"Me encanta estar en las sombras, no sé porque pero me tranquiliza y el hecho de ver en la oscuridad me ayuda."



Clarisse La Rue


"Eso en realidad es algo genial y rudo para cuando estás en una batalla"

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"Eso en realidad es algo genial y rudo para cuando estás en una batalla"















La hija de la nocheWhere stories live. Discover now