008 out of nowhere

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───Después de comer, Jules observó a los chicos desgnomizar el jardín de la madriguera, hubiese preferido dormir pero no quería ser poco agraciada con sus amigos, es por eso que decidió sentarse a ver y mas tarde la pequeña Weasley, Ginny, se unió a ella para conversar. Jules pensó que la pelirroja era una niña muy agradable y no parecía ser tímida en lo absoluto cerca de ella, de hecho, le pareció todo lo contrario.

Cuando la noche cayó, Ginny guió a Jules a su habitación para que ambas pudieran descansar, sin embargo, la pequeña pelirroja echó un portazo cuando vio a Harry con Ron y sus mejillas se tornaron tan rojas como un fresco tomate, Jules lo notó e intentó ocultar su sonrisa dando que era mejor optar por hacerse la loca.

Durante su estancia Jules disfrutó por mucho convivir con la familia Weasley, tanto así que su noción del tiempo no existió hasta que la semana terminó y la señora Weasley llamó a todos para ir al callejón Diagon.

—Bien, vengan, seran los primeros.—Llamó Molly sosteniendo un tarro cerca de la chimenea.

—Harry y Jules nunca antes han viajado con polvos flu, mamá.—Comentó Ron mirando a sus amigos.

¿Polvos flu?—Cuestionó Harry confundido.

—Entonces ven tú para que ellos aprendan.—

Ron entro a la chimenea y tomó uno de los polvitos, tomó aire y dijo en voz alta: ¡Diagon!.—Una flama verde envolvió el angosto lugar y Ron desapareció tras el humo.

—¿Lo ven? Es muy sencillo. Vengan, primero tú, Harry.

El chico tragó fuerte y se acercó para tomar los polvos de la maceta. Miró a Jules de reojo y dijo.—¡Diagon Alley!—Harry desapareció junto con el fuego esmeralda bajo la mirada de una nerviosa Jules.

—Es tu turno, cariño.—Animó la señora Weasley.

Jules respiro hondo y tomó un puño de polvos flu, se adentró a la chimenea y con decisión. Aclaró su garganta y exclamó: ¡Diagon Alley!

Las flamas verdes se extendieron frente a sus ojos y fue envuelta por el humo verdoso que le impedía ver con claridad. Cuando menos lo esperó abrió los ojos topándose con la oscuridad y su cuerpo tembló con un poco de miedo y toció dejando salir el humo que tragó duranteel corto viaje. "Quizá lo he dicho mal" pensó sintiendose varada entre una línea inexistente entre el espacio y tiempo. No fue hasta que su brazo se topó con una pared y se guió de esta para caminar hacia el frente con cuidado de no caer. Pronto cuando llegó hasta el final tocó un muro que obstaculizaba la salida, ya que podía ver pequeños reflejos colarse por las grietas de los ladrillos.

Sacó la varita de su tunica y conjuró un hechizo que le ayudó a derrumbar algunos ladrillos y ayudándose de su mano para empujar otros para poder salir encontrándose con una zona muy particular la cual nunca antes habían visto. Miró sobre su cabeza y leyó: "Chimenea sellada, Callejón Knockturn". Jules tragó en seco y miró a la gente a su alrededor, ya había escuchado algunas cosas sobre este lugar anteriormente, y no eran exactamente cosas buenas.

La gente deambulaba de lugar a lugar, y otros la miraban con rareza. Tragó en seco y sacudió su cabeza antes de empezar a caminar y encontrar a sus amigos lo antes posible.

Al doblar a su derecha llegó a escuchar una muy voz familiar que la hizo voltear, encontrándose a Harry acorralado por una extraña bruja acompañada por magos extraños.—E-estoy bien, gracias. Y-yo, uh...—Jules se aproximó y tomó la mano de Harry para apartarlo y huir de esas sonrisas malévolas y miradas lúgubres.

purge the poison ✶ harry potter sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora