❛❛ ─ SHE'S MY COLLAR ♡゙

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─¡¿fingir inocencia?!─pregunté extrañada, bajando los escalones de mi entrada detrás suyo, con frío en todos lados, porqué habia decidido salir en simplemente una camiseta mangas largas y un pantalon deportivo negro que me quedaba algo grande.─ ¿de que carajo estamos hablando?

─sabes bien que haces cuando me miras de cerca, te ríes en mi cara, buscas mis labios pero luego simplemente dices que lo odias, que jamás querrias volver a besarte conmigo en tu vida... ¿que crees que haces conmigo?─edward paro en sus pasos para voltear a mirarme, firmemente molesto, moviendo sus hombros hacia arriba, apretando sus puños.

─¿que hago contigo? trazo líneas, lineas de amistad, muy, muy claras.─dije formando una linea entré el y yo imaginariamente con mi dedo en el aire.─ y tu sigues fingiendo no verlas.

─¿por qué crees que sea?─preguntó entonces y yo me reí sin entender, me encogí de hombros de hecho, riéndome como si él fuera muy gracioso.

─¡no lo sé! ¡no es como que tú no tuvieras a bella!─le dije de vuelta y el apretó sus labios apartando sus ojos de mi, huyendo de mi molestia.─ ¿qué? ¿no puedo nombrarla? ¿no es ella tan importante? ¿no es la que habías esperado toda la vida?

─¡claro que lo es!─exclamó con molestia, quitándose su chaqueta de cuero con enojo, como arrancandosela del cuerpo, luego en un acto inesperado la colocó sobre mis hombros y la sostuvo hasta que yo pasé mis manos por las mangas con miedo─ pero...

─¿pero? ¿pero qué?─inquirí con los ojos, buscándolo, el seguía fingiendo interes en subir el cierre de la chaqueta, con extrema lentitud.

─no lo sé... demonios, si lo supiera ya lo habria arreglado todo.─susurró a mi altura, si el levantase los ojos y me mirase a la cara, yo podría saber que sucedia en esa vacía cabeza suya.─ no se suponía que yo... yo no venía aquí a besarte, solo... me pones de los nervios cuando intentas reírte de mi, ya te lo dije, necesito callarte.

─no tienes porqué besarme, te dije que me molesta que lo hagas.─repetí mi argumento, ladeando mi cabeza para ver si funcionaba encontrarme con su mirada, el se rió como si le faltará el aire, como un suspiro fingido.

─eso no es cierto.─murmuró él y yo tome su rostro de la misma forma que él lo había hecho con el mío─ ¿que haces?

─¿como puedes creer que lo sabes todo? ¿hm? no me importa que estúpido cuentito hayas inventado en tu cerebro, no. me. gusta. que. me. beses.─dije claramente, sus ojos sin embargo me miraba con una expresión en blanco, como si ninguna palabra hubiera atravesado sus tímpanos─ ¡mierda edward! ¡¿que es tan difícil contigo?!

─¡no lo sé! ¡¿porqué intentas mentirle en la cara a alguien que sabe que piensas?!─preguntó y yo solté su rostro a un lado mío, asqueada de oírlo, cansada de verlo.

─no sabes lo que pienso, jamás sabras que es lo que pienso.─murmuré y el me mostró su rostro más incrédulo, entre risas se acercó a mí.─ ¡ni siquiera lo intentes!

─¿por qué no quieres ver la realidad ante tus ojos?─preguntó con tal desesperación que tomó mis manos entre las suyas─ yo no soy como tú, tú... no eres como yo.

yo lo miré un momento sin entender a qué se refería, escuchamos un auto estacionando detrás nuestro, pero yo negué intentando safarme de edward, quien seguía insistiendo.

─solo dilo, por favor.─me pidió, y yo marqué ambas cejas en confusión, negué con la cabeza aún sin una pista─ dilo en voz alta.

─edward, no tengo una puta idea de que estas hablando. ─murmuré mirando a sus ojos atentamente, el parecía derrotado en una situación que no entendía que era tan obvio─ la realidad es demasiado a veces...

─solo quería que habrás los ojos y te alejes de mí.─murmuró y yo torcí mi cabeza a un lado, angustiada.

─lo dices como si fueras a dejarme en paz, he marcado límites contigo y claramente no eres capaz de respetarlos... ni siquiera sé que quieres que diga. ¿quieres que crea que eres un monstruo terrible? ya lo hago.─murmuré y sus manos soltaron las mías, su ceño se fruncio extrañado y dolido─ porqué si no lo fueras, tu simplemente... no me habrías besado de nuevo, continuas empujandome contra algo que no quiero, eso es algo que solo un monstruo horrible haría.

alguien aclaró su garganta detrás mio, y yo me descubrí llorando, toque mis lágrimas con vergüenza.

─yo solo quiero ser tu amiga...─le dije con terror, volteando a verlo herida, edward se incorporó rápidamente con el rostro aterrado.─ no quiero esto.

─¿estas bien, willow?─la voz de carlisle me hizo darle la espalda a edward, y me encontré tambien con jasper quien estaba mirando la escena con una ceja enarcada y una sonrisa de burla.─ ¿que sucede?

─no es nada.─murmuré caminando hacia ellos, jasper se incorporó de su lugar sobre la camioneta gigante en la que habían llegado, abrió sus brazos para mi con gusto, como burlándose de edward con los ojos. yo acepté, sin pensarlo, y extrañamente me sentí mejor.

─no te preocupes por esto, de hecho creo que es la primera vez que alguien rechaza a edward...─carlisle tenia sus manos en sus bolsillos con una sonrisita, aguantando una risa─ fuiste muy dulce con ello, también, estoy orgulloso.

─¿lo estas?─pregunté con timidez, mi voz salía ahogada por el hombro de jasper, imaginé que alice simplemente tendría más razones para odiarme.

─oh, es más que necesario para alguien con el ego de edward de ser bajado de la palmera de vez en cuando...─murmuró jasper, tambien aguantando una carcajada─ ¿no es así, carlisle?

─hm, supongo que haz comprobado que el efecto de edward no tiene demasiado poder en tí.─murmuró carlisle, rascando su mentón pensante, luego apuntó a edward─ y tú, a mi auto, ahora.

edward se subió a el auto sin chistar, y cerro la puerta con cuidado, aún parecía actuar en automático, miraba por la ventanilla al lado contrario al nuestro, los brazos de jasper me dieron una última palmadita en la espalda con una sonrisa de lado.

─hiciste bien, cuando le cuente a rosalie...─el dejó vagar sus ojos con imaginación, aguantando una sonrisa gigante─ oh, harás su vida más feliz.

─muy bien, será mejor que nos vayamos, déjame despedirme de tu padre, vamos, ahora adentro, no queremos que te congeles afuera...─carlisle me animó con una de sus manos, acostumbrada al frio de todos, me encontré sorprendida por que mi nariz no estuviera goteando por el momento, pero mis manos si que estaban congeladas.

al día siguiente, desperté mirando al techo con odio. odiaba a bella, a edward y a todos en la maldita escuela si era posible odiarlos más de lo que ya lo hacía, odié a phil y melodie que estarian de vuelta en poco tiempo, odié que tendria que volver a verlos. odié que tenia que ir a la escuela, y por supuesto más que nada odie el baile, odié la ciudad...

mi padre dejo una carta en la mesada que me avisaba su ausencia por el día y recordaba por milésima vez el número del trabajo por alguna emergencia. mire por la ventana al patio delantero de casa, ahi yacian bien cuidadas las flores favoritas de mi madre, una planta hermosa de narcisos amarillos que florecía tan raramente por el poco sol de esta ciudad.

golpeé con fuerza la taza que tenía en mis manos sobre la mesada hasta que se hizo pedazos. mi mano no tardo en sangrar, pero yo solo miré el desastre con un rostro de ajenidad. tiré los pedazos de taza a la basura y limpié el agua que se desparramó por el piso, mi ropa y todo lo demás.

subí con un suspiro resignado a lavar mi mano al baño de arriba, y mientras lo hacía miré mi reflejo, encontré algo que no me gustó en absoluto. me asusté tanto que solo pude dejar escapar un grito.

EUNOIA | EDWARD CULLEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora