EL ESPOSO DEL REY ʟᴜʟᴀᴡ

𝟏𝟐

Law tragó saliva, sintiendo la intensidad de los ojos de su esposo y su sonrisa depredadora. Las manos de su pareja acariciaron sus pectorales por debajo de la camiseta, masajeando sus pezones con una delicadeza electrizante, antes de besar suavemente su omóplato derecho.

—Eres muy guapo, Torao—, su voz ronca y cargada de deseo—. Mírate en el espejo—ordenó, dejando un rastro de besos ardientes en su cuello—. Tienes un cuerpo increíble, y tus tatuajes te hacen ver aún más sexy

Mientras hablaba, sus manos exploraban cada rincón de su piel, una caricia lenta y seductora que envió escalofríos por su espalda. Jaló ligeramente su pezón, provocando una mezcla de placer y dolor que hizo que Law contuviera el aliento.—Me encantas—continuó, apretando su nalga con firmeza—.dime, precioso, ¿Te has reunido con Kid antes?

Law negó con la cabeza, mirándolo directo a los ojos.

—No lo hice ni hoy ni antes—suspiro—, todo lo que él haya escrito es mentira

Luffy se acercó lentamente, pegándose a su oreja mientras su dedo índice se deslizaba entre sus nalgas hasta su húmedo agujero. Lo acarició con suavidad, provocando que Law se estremeciera.

—Confío en ti, precioso, siempre lo he hecho, desde el inicio—dijo Luffy, apretando su pene con la otra mano y moviéndose en un vaivén lento y rítmico. El dulce aroma de Law llenaba las fosas nasales del alfa, quien inhaló profundamente su fragancia, disfrutando de cada momento mientras olía su cabello y luego su cuello.

Law comenzaba a gotear bajo las caricias lentas y el jugueteo del dedo de Luffy.

—Quítate la camisa, Torao. Quiero verte desnudo—ronroneó contra su oreja.

Desabrochó cada botón lentamente, bajo la intensa mirada de su esposo. Luffy lo ayudó a deslizar la prenda por sus brazos, dejándola caer en algún rincón del baño. Con movimientos deliberados, Law también movió el short, abriendo aún más las piernas e inclinándose aún más, mostrando una sonrisa que revelaba sus dientes.

—Oi, mi esposo es un atrevido—palmeó su nalga y Law gimió bajito—, sabes lo sensual que luces así. Me gustaría que pudieras verte con mis ojos, así te apreciarías más y te darías cuenta de lo hermoso que eres

Su mano dejó de atender a su pene y se centró en acariciar sus muslos internos, amasándolos con suavidad. Besó su nuca y con su lengua trazó un camino húmedo hasta llegar a su trasero, el cual besó, mordisqueó y lamió, dedicando atención a cada glúteo. Arrodillado frente a él, Luffy lamió la hendidura, recorriendo su agujero humedecido con lubricante, moviendo su lengua de arriba hacia abajo. Law gemía, su cuerpo ardía; Luffy sabía que esa zona era demasiado sensible y estimulante para él. Ahora, con el embarazo, era aún más receptivo y vulnerable. Law acarició a su miembro duro y olvidado, recibió una mordida en el glúteo a cambio. Jadeó, y Luffy lo palmó fuertemente antes de levantarse.

—No recuerdo haberte dicho que te tocaras, muñeco—dijo mientras desataba el cinturón de su bata y se lo mostraba—. Gírate y junta tus muñecas

Law obedeció, con una mueca en su rostro. Luffy hizo un nudo firme y seguro con el cinturón de seda, usando la técnica que conocía tan bien.

—Primera advertencia, muñeco. Si no haces lo que ordeno, no dejaré que llegues, Torao—palmeó su muslo y acarició su labio inferior—. Y si te portas bien, te lo daré. ¿Entendido?

Law giró su rostro, sus mejillas encendidas. No contestó.

—Hice una pregunta, precioso—tomó su barbilla con el dedo y alzó su mirada—. ¿Entendido?—repitió y masajeó su pezón—. ¿Recuerdas tu palabra de seguridad?