𝟎𝟑

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Unas pequeñas y cortas piernas salieron corriendo hacia los brazos del hombre, quien se agachó y le extendió los suyos en una bienvenida cálida y amorosa. El cachorro de cabello rubio, con ojos brillantes de alegría, estiró sus bracitos y rodeó el cuello del omega, restregándose con cariño en su pecho.

—¡Ito!—gritó, besando la mejilla de Law mientras reía, con sus mejillas rojas de emoción. Sus grandes ojos, idénticos a los de su madre, lo miraban con adoración.

Law, con una sonrisa que rara vez se veía en su rostro, acarició el cabello del niño, sintiendo su suavidad bajo los dedos.

Sabo corrió hacia su hermano y lo abrazó con fuerza. Koala, sonriendo desde la distancia, caminaba hacia ellos mientras saludaba con la mano.

—¡Hermanito, cuánto tiempo! ¡Te extrañé!—exclamó Sabo con entusiasmo, mientras apretaba al alfa en un fuerte abrazo. Luffy respondió con igual fervor, envolviendo a Sabo en sus brazos.

—Tranquilo, los vimos hace tres semanas

—¡Es mucho tiempo!,—se separó de su hermano y revolvió el cabello del pequeño que seguía fascinado en los brazos de Law.

—¡Isamu!—exclamó Luffy, tomando al niño de los brazos de Law y levantándolo en el aire, girándolo con entusiasmo. El cachorro reía a carcajadas, disfrutando del momento. Sin embargo, cuando Luffy intentó darle un beso en la mejilla, Isamu se negó, alejándose.

—¡Oi, pequeño malcriado!—protestó Luffy, fingiendo estar ofendido mientras una sonrisa traviesa aparecía en su rostro.

El sonido de la risa de Isamu era como música para sus oídos, Koala, que había llegado junto a ellos, se unió a las risas, su mirada llena de cariño hacia el niño.

Isamu se movía entre los brazos del alfa y pidió bajar, se abrazó de las piernas de su padre y Sabo acarició sus cabellos.

—¿Qué sucede Amu? ¿Hora de tu almuerzo?—el alfa rubio se hincó quedando a la altura de su hijo

—Api, mimi—el niño se sonrojó y se escondió en el cuello de su padre

—Isamu tiene sueño, así que vayamos a acostarlo

—El camino lo dejó exhausto—Koala colocó una mano en su cadera y con la otra acarició el cabello de su hijo—se despertó demasiado temprano al saber qué vendríamos y se negaba a dormir una siesta

—Pueden dejarlo en su habitación, seguro fue demasiado para él resistir el sueño,—Law sugirió y acarició los cabellos del niño

Koala asintió con una sonrisa, indicando que estaban listos para entrar. Sabo, con delicadeza, cargó al cachorro en brazos, sosteniendo con cuidado al pequeño mientras avanzaban hacia adentro del castillo. A su paso, fueron recibidos con cordialidad por los guardias y betas del lugar, quienes los saludaron con respeto y afecto.

Bepo y Carrot, atentos como siempre, se adelantaron para ayudar con las maletas, asegurándose de que todo estuviera en orden para la llegada del pequeño. Mientras tanto, las suaves mantas cubrieron al niño, envolviéndolo en un cálido abrazo, mientras dormía plácidamente aferrado a su peluche favorito, un T-Rex de felpa.

Con cuidado, Koala y Sabo besaron las mejillas del cachorro, deseándole dulces sueños antes de salir de la habitación. El pequeño se movió ligeramente en su sueño, pero siguió durmiendo pacíficamente.

Los cuatro estaban comiendo tranquilamente, Luffy y Law sentados frente a Koala y Sabo. La mesa estaba repleta de platillos y manjares, preparados para satisfacer el increíble apetito de Luffy. El aroma de las diversas comidas llenaba el aire.

EL ESPOSO DEL REY  ʟᴜʟᴀᴡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora