guilty as sin? ; haleyxfarmer

#1 heart event

El verano comenzó en Pueblo Pelícano y Haley se encuentra en su bikini azul acostada sobre la arena del mar. Lleva puesto sus lentes de sol y un sombrero de playa con unas sandalias blancas y Alex está corriendo de un lado a otro mientras ella le lanza un balón. La brillante sonrisa de su novio la hace sentir una extraña sensación, como si estuviera dentro de una sit-com pretendiendo ser alguien que no es. Aun así, decide no salirse de su papel y le sonríe de vuelta.

    —¡15 segundos! Creo que puedes hacer menos—ella le dice cuando Alex le lanza el balón de vuelta.

    —Es difícil correr en la arena—Alex espeta.

    —Mh, ¿acaso acabo de escuchar una... excusa? Los atletas no ponen excusas.

La mirada de Alex se llena de determinación y frunciendo el ceño, le dice:

    —Tienes razón. Haré diez segundos la próxima vez... pero necesito motivación.

    —¿Qué otra motivación necesitas?—Haley enarca una ceja en un gesto despreocupado.

    —Un beso. Es todo lo que pido.

Haley siente cómo su rostro comienza a enrojecerse y su corazón late con fuerza en una sensación de pánico claustrofóbico. No es la primera vez que se siente así con Alex y cada vez ha sido más frecuente, como cuando ambos están recostados sobre el sillón y él comienza a acariciar su hombro y la acerca hacia él y Haley tiene que decir que tiene que ir al baño para zafarse de su agarre o cuando ambos están horneando postres juntos y Alex la abraza por detrás y Haley tiene que fingir revisar las galletas del horno por centésima vez. Pero... llevan saliendo por dos meses y es natural que en algún momento se tengan que besar, ¿no es así? Quizá si lo besara entonces dejaría de sentirse como una farsante, como una actriz en su propia vida.

    —Bien—ella accede, desviando la mirada del hombre sonriente frente a ella—. Un beso si haces diez segundos.

Alex salta satisfecho y espera a que ella lance el balón. Haley alza el brazo y antes de animarse a lanzarlo, vislumbra una delgada figura a lo lejos observándola desde el muelle. Es ella, la estúpida granjera mirándola mientras pesca. Haley siente el calor de su cuerpo extendiéndose hacia su rostro y lanza el balón en un acto desesperado para evitar ser vista por Alex, como si el sonrojo en sus mejillas fuera la escena de un crimen.

La granjera reposa su peso contra un poste de madera pero el movimiento repentino de la caña la hace dar un salto cómico que hace a Haley sonreír.

Ugh. No debería estar sonriendo por ella y sin embargo parece imposible desviar la mirada de su overol que se ajusta delicadamente en los muslos de sus piernas atléticas y esos antebrazos que se tensan cuando jala del carrete y alza la caña en busca de atrapar lo que sea que se haya encontrado. Haley siente una sensación extraña en su vientre y muerde su labio sin dejar de verla. Ha perdido por completo la noción del tiempo hasta que la figura de Alex tapa su vista.

    —¿Cuánto? ¿Cuánto hice?—él pregunta entre respiraciones erráticas. Su torso cubierto en una ligera capa de sudor.

    —Eh...—Haley olvidó que tenía que poner el cronómetro en su móvil. ¿Pasaron diez segundos o una hora? La verdad no puede estar segura, pero alza la mirada hacia el hombre que tapa la luz del sol y sonríe con calidez.—9 segundos—. Haley cree que es lo justo para él, después de mirar de esa manera el cuerpo de la granjera a lo lejos.

Alex suelta un grito victorioso mientras corre y salta por todos lados hasta que termina recostándose al lado de la toalla de Haley. Haley ríe un poco y le aplaude, sintiendo una genuina felicidad por él pero un hueco en su pecho al saber que ahora tiene que besarlo.