capítulo 3

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      —Ah, ¿Haley?

Esa voz resuena a través de su cuerpo, haciéndolo vibrar como un gong después de ser golpeado por el mazo. Haley permanece estática con la mirada fija en la mujer frente a ella. Su figura es sutilmente más alta que la suya con un cuerpo atlético y piel bronceada. Ella recuerda haber tocado su mejilla una noche hace un par de años, apenas un roce con dedos trémulos, el sonido de la música retumbando débilmente en el baño del club.

Sam murmura un simple "¿ya se conocían?" pero Haley es incapaz de responder. Parece como si tuviera 18 años de nuevo y la primera impresión de la figura frente a ella la azotara una vez más; es como ver una enorme ola y saber que no hay nada más que hacer que cerrar los ojos con fuerza y dejarse revolcar en ella. ¿Cuándo ha sido la última vez que se ha quedado sin habla por el constante latido de su corazón? Recuerda haberlo sentido con Alex pero sabe que fue un pánico diferente, un temor por perder la única amistad que había logrado conseguir en el pueblo; esto es diferente, sí, lo sabe bien, pero no está segura por qué.

     —Hace muchísimo tiempo—la granjera explica, encogiéndose de hombros al notar la palpable incomodidad de Haley—. No estudiamos juntas pero nos conocimos en una fiesta de graduación en un club en ciudad Zuzu. Haley era muy popular en la preparatoria, ¿te ha contado? Una vez...

     —¿La fiesta de graduación?—Haley la interrumpe en un intento de sonar altanera—. No recuerdo haberte visto... A lo mejor tienes una cara súper olvidable.

La granjera alza ambas cejas pero inmediatamente su rostro se relaja y dice sonriendo:

     —Supongo que sí, eso debe ser.

Haley frunce el ceño porque esperaba una reacción diferente a esa, algo más explosivo y no indiferente, pero la granjera la mira con completa tibieza, como si ella no... como si ambas no...

     —Sheesh—Sam exhala, su cuerpo tenso y un poco incómodo—. No le hagas caso a Haley, ella es... Bueno, tiene un carácter un poco fuerte, ¿no? ¿Así era en la preparatoria?

     —Mucho peor—la granjera le responde entre risas.

Ambos ríen y las mejillas de Haley se enrojecen y en un acto de impulsividad y rabia toma a su fantasma de la muñeca y la lleva hacia la salida del salón.

Ha empezado a oscurecer y el sonido de los grillos croar es lo único que suena a su alrededor. El calor de la primavera se ha disipado y una ligera brisa recorre su cuerpo por completo, haciéndola estremecer. Haley siente sus piernas flaquear un poco y cuando se da cuenta de que su mano sigue rodeando la piel de la otra, la termina soltando con agitación.

     —¿Qué estás haciendo aquí?—decide soltar de una vez.

La granjera mira su nerviosismo con un divertido gesto. Pone ambas manos dentro de los bolsillos de su overol y comienza a mecer su cuerpo de un lado a otro.

     —Si tuvieras que adivinar, Haley, ¿por qué crees que vine aquí?

Haley siente un nudo en su garganta y de repente ha perdido el habla. Su altanería, sus ganas de gritarle a la cara todo lo que le ha causado en su vida se desvanecen porque si ella está aquí con el único motivo de verla, entonces debe significar algo, ¿no es así? Así que lo único que hace es desviar la mirada y morder su labio, esperando que responda.

La granjera suspira al notar que no habrá respuesta de parte de la rubia.

     —En realidad, no sabía que vivías aquí—le confiesa finalmente. El sol se oculta y de repente todo a su alrededor se vuelve oscuro—. Si hubiera sabido lo hubiera pensado más, sé lo mucho que me detestas.

Haley siente el deseo de decirle que realmente no la detesta pero la decepción de saber que ella no esperaba verla aquí, que de hecho ni siquiera estaba pensando en encontrársela, que lo hubiera pensado más al saber que está aquí viviendo en el mismo estúpido y pequeño pueblo que la estúpida y pequeña tipa que se encontró alguna vez en un bar la termina cegando por completo.

     —No te preocupes, me da igual que estés aquí. Apenas y me acordaba de ti.

La granjera vuelve a enarcar una ceja, esta vez cruzándose de brazos.

     —¿Es por eso que me trajiste aquí? ¿A solas? ¿Para decirme que casi no te acordabas de mí?

     —¡Sólo no quiero que me relacionen contigo! No quiero que le digas a la gente lo que... lo que sea que recuerdes de mí—Haley comienza a respirar de manera errática pero el temblor de su cuerpo no la detiene a seguir exclamando—. Tengo novio, ¿ok? Y soy muy feliz con él, no necesito que la gente piensa ideas equivocadas mías por un error que hice cuando tenía dieciocho.

     —¿Un error?—la granjera pregunta, poco impresionada por las trémulas palabras que salían de los labios de la rubia.

     —Un estúpido error que me costó todo.

La granjera da un paso hacia ella pero Haley inmediatamente retrocede.

     —Mira, Haley, lamento lo que pasó contigo y tus amigas de la preparatoria pero no tienes que...

     —No tienes derecho a darme ningún sermón—Haley la interrumpe, sintiendo cómo las lágrimas se arremolinan en sus cuencas y sabe que tiene que terminar esta conversación lo antes posible porque esta vez sí moriría de vergüenza si alguien como ella la ve llorar—. Mis amigas no fueron las únicas que me dejaron sola... ¿O sí?

El cuerpo de la granjera se torna rígido y por primera vez no hay cejas enarcadas ni sonrisas socarronas que puedan ocultar el arrepentimiento de la mirada de la morena.

     —Así que déjame en paz, para mí no eres más que la simple granjera del pueblo.

guilty as sin? ; haleyxfarmerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora