#4 heart event

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Haley ha decidido dar un paseo por el lago. Cuando camina las hojas secas crujen debajo de las suelas de sus zapatos y el viento las mueve, revolcándolas, meciéndose entre los arbustos y ramas formando una obertura al otoño. Haley nunca ha sido particular seguidora de esta estación pues el viento arruina su cabello y la obliga a usar jeans y esa sudadera verde oscura que le regaló Emily cuando llegó al pueblo y no tenía nada cálido que ponerse y a hacerse una cola de caballo cada vez que tiene que salir.

Es completamente indignante para su estilo, pero lo que vale la pena son los paisajes. El montón de fotografías que puede tomar en el lago, con las hojas marrones y amarillas que vuelan y caen sobre el agua oscura; en la plaza del pueblo con el atardecer contrastando las luces cálidas del faro, las calabazas adornando las entradas de las puertas, las chimeneas encendidas, los girasoles floreciendo y los charcos de lluvia oscureciendo el pavimento. Con la mirada fija en el visor de la cámara, casi puede oler el pan de calabaza recién horneado, el humo de la chimenea, el olor a tierra mojada y hojas secas, el pumpkin spice latte que hace Emily que no puede negarle por más que no pueda dormir después. Sí, definitivamente vale la pena tener su cabello de cierta manera y usar un atuendo no tan llamativo.

Aunque últimamente no piensa mucho en ciudad Zuzu ni en los malls ni en ir de compras. Incluso le ha dicho a Emily que quizás esté dispuesta a donar varios de sus atuendos para navidad.

Pero el sonido de su celular la distrae de sus pensamientos.

  Alex: heyyy hace mucho que no tenemos una cita

  Alex: palomitas y maratón de peliculas?

Haley siente una punzada de culpa. Ha evitado a Alex durante mucho tiempo y ha decidido decirle la verdad de una vez por todas. No ahora mismo, pero lo hará... eventualmente.

  Haley: Hoy no, voy a tomar unas fotos y tengo varios carretes que tengo que revelar

  Haley: otro día sí?

No es una mentira, al menos. Ha tratado de mantenerse lo más ocupada posible dentro de su casa para no ver el rostro de su novio y que él pueda ver un ápice de culpabilidad en ella, que en su frente diga que está sintiendo cosas de nuevo por la granjera, que quizás siempre las ha sentido y ha tratado de contenerlas pero no puede sacársela de su mente ahora.

Es inevitable. Ha perdido esa batalla desde que la tomó del brazo en el Salón y le dijo que no quería volver a verla. Incluso allí, en la rabia del momento, había una euforia que la hacía querer tocarla de nuevo para asegurarse que era real, que no la había imaginado. Era su misma piel, su mismo cabello, su misma voz. Era ella. Indudablemente. Y odiaba haberse alegrado tanto.

Y de nuevo como una invocación aparece otra vez en la granja de Marnie, justo frente al mostrador vacío cuando Haley se adentra en el local. Su figura delgada y atlética, su overol manchado de lodo, sus antebrazos donde sobresalen sus venas y su cabello negro... Esta vez suelto. Varios mechones caen sin ningún orden sobre su hombro y Haley tiene que retomar el aliento, tiene que tocar su frente para asegurarse de que no tiene fiebre porque no es posible que simplemente verla le cause tal frenesí.

  —¡Haley!—la granjera le dice cuando la ve, su gesto despreocupado convirtiéndose en un instante en una amplia sonrisa—. ¡Justamente iba a verte cuando terminara esto!

  —¿Qué... estás haciendo?

  —Esperando a Marnie, pero creo que no va a atenderme. Ya pasó una hora—la granjera suelta una pesada exhalación, luego busca en su mochila—. Toma, lo encontré después de que te fuiste de la playa.

La granjera extiende su mano y... no puede ser, ¿o sí? El collar que perdió, el regalo de su bisabuela en sus manos...

Haley lo toma con dedos trémulos y ojos vidriosos.

guilty as sin? ; haleyxfarmerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora