Capítulo 13

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Era demasiada la tensión que se sentía dentro de la corte.

No era que no estuvieran nerviosos antes de que todo iniciara, pero ver a entrar a Tobirama Senju por la puerta casi le provoca a Itachi un infarto.

— ¿Qué carajos está haciendo Tobirama Senju aquí?— preguntó en voz baja Obito que al igual que Itachi no le quitaba la vista de encima.

Deidara giró la mirada hacia ellos abriendo los ojos como platos, su presencia en la banca de testigos cambiaba por completo la jugada, y Deidara no estaba listo para eso.

—No... no tengo idea. — titubeó un poco el menor al sentir un creciente nerviosismo apoderarse de toda la seguridad que quería proyectarle a Shisui, que ahora mismo se encontraba ingresando por la puerta detrás del estrado.

Itachi lo miro entrar esposado y acompañado de dos alguaciles de la corte que lo dirigieron hasta su asiento, unas filas más delante de él vistiendo aquellas prendas naranjas que tanto deseaban poder retirar para siempre de su vida.

Hasta ese momento Shisui había mantenido la vista en el menor, con una apenas perceptible sonrisa que se esforzaba por disfrazar su angustia y hacer notar la confianza que estaba poniendo en los que ahora decían ser su familia. Después de todo no tenía muchas opciones.

Si hubieran tomado su pulso en ese momento se hubieran percatado de la inquietud y alteración que lo invadió al instante en que sus ojos se posaron en el rostro estoico de Tobirama que como siempre se mostraba tan frío y desinteresado.

Shisui detuvo su paso totalmente impresionado y miró a Itachi que coloco fijamente los orbes oscuros en él mientras pensaba en nuevas posibilidades para llevar la defensa.

Uno de los alguaciles tiró del brazo de Shisui para que continuara el paso y lo llevó hasta aquel asiento al lado del rubio que se esforzaba por calmar sus nervios. Si perdía el caso, los Uchiha nunca se lo perdonarían y peor aún... nadie volvería a contratarlo. Y esos pensamientos solo lograban preocuparlo más.

—Dime por favor que esto es parte de la defensa... — dijo en voz baja Shisui al rubio sin voltear a verlo.

—Ah... tu tranquilo Shisui. — Dijo nervioso Deidara — dame unos minutos.

El rubio se levantó y camino fuera de la corte haciendo una señal a Itachi con los ojos para que lo siguiera aprovechando que aún no daba inicio el juicio.

— ¡Qué mierda! ¿No dijiste que no había rastro de Tobirama en todo el continente?— soltó el rubio exaltado pero manteniendo un tono de voz bajo.

—Esto me sorprende tanto como a ti.

—Bueno y ahora que se supone que haga. ¡Ni siquiera sabemos qué carajos dirá el imbécil de Tobirama!

—Mantén la calma. Tratemos de seguir el plan hasta donde se pueda. Pero... tendremos que improvisar si nos vemos atascados. De un modo u otro tenemos que sacarlo de aquí.

—Itachi ¡¿El amor ya te hizo olvidar que hay videos de ese sádico torturando personas?! ¡Estamos bien jodidos!

— ¡Basta ya! ¡Cálmate y has tu trabajo! Hasta donde puedas... si las cosas se complican tengo un plan B.

—Podrías decírmelo y así no estaría tan estresado.

—No, porque si te lo digo, no harás tu mayor esfuerzo. ¡No quiero hacer uso de ese plan! ¿Entiendes?.

Deidara suspiró con enfado y se acomodó el saco para luego volver a la corte. Itachi espero afuera terminando de enlazar una llamada.

...

CONDENADO (ShiIta) (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora