Elena
En tan solo un par de meses había conseguido aprender el arte de la espada, todo comenzó como una excusa para pasar más tiempo con los príncipes ya que casi todo el día estaban entrenando o estudiando estrategia al contrario de otras chicas que solo los veian una vez por semana al tomar clases de modales e historia, mi hermana Alana había tenido una especie de accidente y debido a eso había cambiado su personalidad por completo ni siquiera parecía ella misma opacándome y humillándome todo el tiempo ahora en cambio me apoyaba en todo, darle esa bofetada el día que despertó me llenó de mucha satisfacción el corazón pero ahora la situación había cambiado se había convertido en mi cómplice y amiga más cercana a tal punto de traerme hasta acá.
Solo había un problema con eso, mi posición en la sociedad era clara iba a ser la hermana de la reina y eso me aseguraría el futuro a mi y a mi futura familia además se abrían las puertas a casarme con algún amigo del rey de clase social alta, pero ahora todo se estaba yendo a la borda alana había perdido todo interés hacia el príncipe después de su accidente al igual que aparentemente también había perdido la memoria aunque no lo aceptaba por lo tanto el futuro de mi familia se encontraba en mis manos, sin hijos varones en caso de no contraer un buen matrimonio tendríamos que vivir el resto de nuestras vidas de las pocas ectareas y sirvientes que teníamos incluso podíamos perder a los sirviente, todo estaba hecho un caos y mi padre parecía confiar en que alana se casara pero el definitivamente no se está dando cuenta de que ella no pone ni el mínimo esfuerzo.
Y si ella no lo hacía entonces debía ser yo quien se case con alguien importante.Tumbada en el suelo derrotada por ambos príncipes con una espada afilada apuntando a mi cuello no pude hacer más que sonreír
- creo que le di la suficiente batalla como para herir su ego mi príncipe, me disculpo por eso- con mi dedo inicial y hablándole directamente al príncipe heredero y una enorme sonrisa me levanté del suelo arenoso haciendo una reverencia, algo había hecho este imbecil para lograr que mi hermana se intentara suicidar y lo iba a descubrir el se retiró un tanto molesto y al girar me di cuenta de cómo las chicas estaban observando la situación desde el ventanal
- pues estoy muy sorprendido por sus habilidades nunca antes había visto a una dama peleando así- el príncipe anya era físicamente muy parecido a su hermano mayor en el cabello y ojos pero era mucho más delgado y alto y por supuesto amable.
- estoy feliz de que haya decidido venir hasta acá para acompañar a su hermana-Tomar baños se había hecho más cotidiano desde que alana empezó a decirme que olía mal y ahora que estaba entrenando arduamente pues era aún más frecuente.
- espero que no tengas los ojos puestos en el príncipe heredero no creo que sea una buena idea para ti- la voz un tanto ronca de alana se hacia cercana a mí mientras las doncellas me duchaban
- es que acaso ahora estás celosa ? Quien te entiende ? Le dejas de dar atención y ahora me reclamas que es lo que pasó la última vez que se vieron antes del accidente ?-
- elena mi vida personal no te incumbe, procura cerrar tu boca y fijar tus ojos en otro hombre, estás llamando demasiado su atención-
- y quien me lo dice ? Tu? Estaba casi pactado tu compromiso y estás dejando que los rumores se expandan al no ir tras el, a mi si me preocupa mi futuro y el de mi familia- dije saliendo de la tina
Dándole un pequeño susto a la sirvienta duchándome- por favor elena si de verdad te preocupa tu futuro deja de investigar se lo que intentas, en cambio toma- dijo entregándome un pedazo de piedra blanca
- y que se supone que es esto ?-
- mójala con un poco de agua y frótala en las partes en donde más sudas, eliminará ese olor a soldado que te cargas ahora que pasas día y noche entrenando cuál hombre-
Los días transcurrían y mi hermana parecía buscar desesperadamente algo en la biblioteca y el salón de magia, anteriormente nunca la había visto tan dispuesta a nada y se veía siempre escribiendo y leyendo cosas.
- no se que se supone que hace pero el príncipe me mandó a la vigilarla- escuché que decía uno de los guardias reales parado en la puerta de la biblioteca real mientras observaba a Alana
En la habitación solo habían 4 personas los dos guardias en la puerta el príncipe felix sentado leyendo un pequeño libro con los pies en el comedor y mi hermana que parecía estudiar arduamente leyendo y escribiendo quién sabe qué sin siquiera percatarse de la presencia ajena
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Sangre real
AdventureTrans un accidente automovilístico Elena había reencarnado en el cuerpo de la villana de una de sus historias favoritas viéndose forzada a vivir en la vida de su personaje más odiado y intentando fervientemente proclastinar su muerte aunque eso i...