Cuatro islas, cuatro monarcas, cuatro deseos.
El joven Apolo, futuro monarca de una isla llamada Prouk se encontraba en un encrucijada al enamorarse de aquella chica de ojos verdes, cabello castaño, piel pálida, pero lamentablemente de la casa real de Cotha, una de las tres islas hermanas de Prouk.
Princesa e hija del rey Cygnus y la reina Lynx. Cygnus era el cuarto hijo del rey de Skana, isla donde era príncipe sin sucesión al trono y se casó por conveniencia con la princesa en su tiempo Lynx.
Rey y Reina de Cotha = Cygnus y Lynx
Rey y reina de Skana = Andrómeda y Nébula.
Rey y reina de Abrya = Saturno y Electra
Rey y reina de Prouk = Alpha y AuraPara suerte de Apolo, Aquella princesa llamada Juno, cayó enamorada mientras que cada reino deseaba el control de todas las islas. Ambos deseaban con fervor cada amanecer para verse a escondidas de sus padres. Pero, cada vez había menos tiempo al verse en un contratiempo del sorteo de una boda para Apolo, tomando como esposa a alguna chica de su pueblo.
Una noche se entregaron con cuerpo y alma concretando una unión sin saber que Apolo tendría un rival, uno que estaba deseando enfrentarse a él sin importar las consecuencias para Juno y el interés de ella para siempre.
En la coronación de Juno todo se entregó a un caos manifestado por Caleb hijo de Saturno y Electra. Cuyo plan inicial era mostrar la secreta unión de apolo y Juno, derrocar a la isla de Cotha y próximamente matar al obstáculo mayor.
Cuando colocaron aquella corona de cuarzos blancos, gemas y perlas blancas sobre la chica completamente nerviosa y llena de felicidad a la vez por la unión con el amor de su vida y por fin ejercer como ella deseaba y como sus padres enseñaron fuertemente. Jamás supo que había un traidor a la espera del caos sobre su cabeza, la cual estaba actualmente manteniendo un alto precio.
Reyes, reinas y príncipes acudieron en primera fila a ver y oír como ella en su lengua materna juraba ante la corona. Juno alzó su mentón y repitió sin miedo.
— “Ego Iuno filia et haeres de Cotha insula, confirmo me in regno meo conservare et liberare tutelam, securitatem, bonitatem et originem magicam infinitam que est in manibus meis, et non nocebit populo meo.”
Recitando aquello dio inconscientemente la orden a los guardias ocultos en la sala de coronación que fueran contra Apolo, los reyes de Cotha y contra ella. Su amado forcejeó con todas sus fuerzas contra los dos guardias para acercarse a Juno, quien estaba apresada y tirada de rodillas con Caleb enfrente y también de Apolo.—¡Suéltenme! están rompiendo las reglas. — repuso indignada.
— ¡¿Qué está sucediendo?! Suelten a mi hija. — Cygnus gritaba mientras lo dejaban en una postura similar a la de su hija y a su esposa.
—Lo que han hecho es traición.
—De qué hablas, Caleb. No he hecho nada malo, no he faltado a mi tierra, jamás. —Juno miraba aquel chico de piel fría, cabellos negros, alto y de una espalda ancha cubierta con un traje militar, uno tan blanco y pulcro con hombreras azules dando un aire de inocencia y fortaleza, siendo imposible saber como en realidad era su ocupante.
—Reyes de Prouk, Skana y Abrya están de acuerdo en que Juno ha cometido traición. Y tú, Cygnus, no has dicho absolutamente nada sobre estar comprometida con Apolo. — se fijó en Juno. —Quién por lo visto estaba predispuesto a usar su concurso mi querida, manteniendo una amante para ocultarlo.
—No…eso no es cierto. — Repuso Juno.
—¡Ella es importante para mí! ¡Juno solo te quiero a ti! — el joven gritó cuando logró alejar a los guardias y ella alzó su mano para sentir su calidez.
Una pequeña gota de seguridad cubrió su mente y habló resignada mirando la pesadumbre en sus padres — Lo es Padre, nos hemos comprometido a pesar de que ustedes solo deseaban guerra y poder.
—Oh santo cielo… Juno… q-que has hecho.
Su madre sollozó sin ejercer fuerza alguna contra los guardias. Cygnus estaba perplejo al enterarse de que solo había pocas opciones y una de ella sería ver a su hija muerta frente a sus ojos y eso le rompía el corazón.
—Caleb ¿Por qué estás haciendo todo esto? No te he hecho nada, no… no lo entiendo.
—Pequeña Juno, tú siempre fuiste elegida para ser mi esposa, solo faltaba una primavera más pero acabaste con esto demasiado rápido. Y solo por esa razón tendrás dos opciones y deberás escoger sabiamente.
Todos los guardias contenían espadas en sus ropas y algunas otras alzadas en contra de la familia real. Juno estaba ardiendo por dentro, rompiéndose totalmente al no poder ser feliz.
—Padre. No tienen derecho sobre mi vida ni a alterarla, es ella es importante para mí, es a quien amo y deseo tener como mi Reina. No le hagan daño, se los suplico por favor.
Alpha entregó una mirada retadora y decepcionada. — No tienes ni voz ni voto en esta traición Apolo. No solo nos has decepcionado al no elegir a tu pueblo, sino, que, a una simple princesa, la cual tampoco pensó en su gente y menos en las consecuencias.
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contra el amor
Teen Fictionuna chica que deseaba ser vista por sus padres y su hermano se termina alejando cansada del hostigamiento y cumple una labor en el ejército estadounidense para demostrar que era fuerte. Al pasar los años decide volver para la coronación de su herman...