ROXANA
Mi sobrino Gael me ha dado menos de 48 horas para abrirme de piernas para él. Si lo hago, él se marchará definitivamente de mi casa, sin darle mayor explicaciones ni a mi marido (que es el que más me preocupa) ni a su madre, que es mi hermana, y ni a nadie.
No obstante, si no lo hago... Gael ha amenazado con descubrirme y acusarme ante todos como la "zorra de closet" que dice que soy. Y evidentemente esta información destruiría a mi familia si de verdad estos se llegaran a enterar.
Podría negarlo todo, ¿pero hasta qué punto estoy preparada para encarar a un psicópata como éste que no parece tener escrúpulos?
Encima yo tengo mucho que perder, a diferencia de él, que sólo tiene a su madre como un agente de preocupación. En cambio yo no solo tengo una reputación qué preservar en el instituto donde doy clases, sino que también debo de preservar mi dignidad como esposa y como madre. Tengo marido y tengo hijos. Tengo una vida social y una familia a la cual proteger.
¿Cómo he podido ser tan idiota para haber dejado entrar a este monstruo en mi casa? ¿Por qué no le hice caso a mi marido cuando él me lo advertía?
Trato de engañarme y decirme que "abrirme de piernas" para mi sobrino sólo implicará algo superficial. Algo no invasivo. Sin embargo, no me puedo engañar. Yo sé muy bien la naturaleza de su objetivo y lo que pretende conmigo. Y aquí la pregunta es si debo de ceder ante sus amenazas o si tengo alguna manera de gestionar sus chantajes de tal forma que no me afecte demasiado...
Es que si acepto lo que me propone no sólo me estaré faltando al respeto a mí misma como mujer pensante y madura, sino que también estaré engañando a mi marido por primera vez en toda mi vida. ¡Jamás se me pasó por la mente ponerle los cuernos a Jesús con ningún otro hombre, ni siquiera en nuestros días más malos!
Jesús, del mismo modo, ha sido incapaz de faltarme al respeto con ninguna otra mujer de ninguna manera. Nunca me ha dado motivos para desconfiar de él. Jamás ha modificado sus horarios de tal forma que hiciera sospechar sobre algo turbio, sino todo lo contrario. Siempre encuentra la manera de estar más cerca de mí. Entre los dos hemos fortalecido nuestro matrimonio a base de amor, comunicación y comprensión, por eso la simple idea de engañarle me destroza. ¡Me derrumba por dentro! Me carcome desde afuera.
Si tan solo Jesús fuera un poco menos bueno... Si tan solo tuviera algo qué reprocharle para hacerme sentir menos culpable. Sus únicas faltas han sido sus carencias en la cama, pero no siempre fue así. Entiendo que por su edad, él ya no puede complacerme como lo hacía de joven. Incluso entiendo que por mi edad yo ya no le resulto tan atractiva como antes y que por eso a veces, sin quererlo quizá, me hace sentir terriblemente mal por algunos desatinados comentarios que me hace.
Pero de ahí en más yo no tengo nada por lo cual quejarme de él. Jesús es un marido perfecto. Y yo... una desdichada mujer que está luchando contra sus propios sentimientos y deseos.
Y encima... están mis retoños... ¿cómo no pensar en mis propios hijos? Quienes se sienten orgullosos de tener a una madre tan respetada y admirada como yo. Cuántas veces los he escuchado presumirme ante sus amistades. Para ellos yo lo soy todo: un modelo a seguir, una mujer a la cual admirar. ¿Con qué dignidad voy a verlos a la cara sabiendo que me he dejado embaucar, dominar y humillar por su propio primo? Un pequeño demonio que incluso es menor a ellos en edad.
¿Con qué cara voy a mirar a mi marido, que siempre ha dado todo por mí? Que siempre ha puesto las manos al fuego por mí gracias a la confianza que me tiene.
—¡Por dios! —lloriqueo, llevándome las manos a la cara, con una mortificación que me hace sentir muy mal.
Lo peor es que ahora que me miro en el espejo yo misma me pregunto, ¿con qué cara me puedo mirar a mí misma y pensar que soy una mujer decente? Si en el fondo... estoy muerta de miedo... por lo mucho que deseo que Gael, mi perverso sobrino, haga conmigo lo que le venga en gana.
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FANTASÍAS DE UNA MUJER MADURA
General FictionRoxana es una mujer casada, decente, severa y una profesora respetable que verá cómo su vida se va en picada tras la aparición de su joven y perverso sobrino Gael, a quien acoge en su casa sin saber que volverá su vida en una morbosa y horripilante...