04

326 30 26
                                    

El aire fresco de la noche acariciaba el rostro de Sunghoon mientras esperaba ansioso la llegada de Heeseung. Las luces de la calle parpadeaban intermitentemente, proyectando sombras inquietas a su alrededor. El peso de la culpa se hacia mas pesado con cada minuto que pasaba.

Finalmente las luces de un auto conocido se acercaron y Sunghoon sintió un nudo en el estomago.

Heeseung salio del coche rápidamente y corrió hacia él, envolviéndolo en un abrazo fuerte y protector.  Sunghoon se dejo llevar, hundiendo el rostro en el cuello de su esposo, buscando el consuelo en su calidez.

─Hoonie, mi amor, ¿estas bien?─la voz de Heeseung estaba cargada de preocupación aunque sus ojos destallaban con una intensidad que solo Sunghoon podía reconocer.

─Si, estoy bien─respondió Sunghoon. Las lagrimas amenazaban con escapar.

Mientras se abrazaban, Heeseung percibió un aroma familiar en Sunghoon: el perfume de Jake. Aunque no lo mencionó, la ira comenzó a arder en su interior. 

''¿Así que te atreviste a revolcarte con Jake otra vez? Claro, siempre abriéndole las piernas a ese imbécil.''

Pensó, sin dejar que sus verdaderos sentimientos salgan a la luz.

Subieron al coche en silencio, el trayecto a casa estaba marcado por una tensión palpable. Sunghoon no podía dejar de pensar en las palabras de Jake y en como afectaban su percepción sobre Heeseung. ¿Era realmente peligroso como decía Jake? Sacudió su cabeza, intentando despejar esos sentimientos.

─Me alegra que estés bien─dijo Heeseung rompiendo el silencio con una sonrisa─Estaba preocupado. Te llamé varias veces.

─Lo siento Hee. Estaba en casa de Jungwon y... bueno sucedieron algunas cosas. Pero estoy bien ahora.─respondió Sunghoon sintiendo el peso de sus palabras.

─Entiendo Hoonie. Solo quiero que estés a salvo─dijo Heeseung tomando la mano de su esposo y apretándola con suavidad.

Al llegar a casa, Heeseung estaciono el auto y ambos bajaron. La atmósfera parecía mas opresiva mientras caminaban hacia la puerta. Al entrar, Heeseung cerró la puerta de golpe y se giró hacia Sunghoon, su rostro de preocupación había desaparecido.

 ─¿Quien carajos te dio permiso de salir y estar con Jake?─gruño, la ira claramente presente en su voz.

Sunghoon retrocedió instintivamente, el miedo se estaba apoderándose de él. Sabia que no había forma de escapar de la furia de Heeseung.

─H--heese, solo fui a la fiesta de J-jungwon. Necesitaba despejarme. N-no hice nada malo─intento explicar, pero sabia que sus palabras no eran escuchadas.

─¡No me importa lo que digas! No quiero que vuelvas a acercarte a Jake─amenazo Heeseung avanzando hacia Sunghoon, quien solo podía mirar con terror.

Sunghoon trago fuerte.

─Él es tu amigo Hee. No deberia haber problema en que...─intento decir, pero Heeseung lo interrumpio con un fuerte golpe en la pared lo que hizo que su esposo sobresalte de asusto.

─¡Cierra la maldita boca!─grito Heeseung, agarrando a Sunghoon por los hombros, empujandolo contra la pared para acorrarlo─Tu me perteneces. Eres solo mío, mío, mío.

Sin previo aviso, Heeseung presionó sus labios contra los de Sunghoon con una fuerza inesperada. El beso estaba cargado de deseo y furia, una mezcla de pasión y posesividad que dejaba a Sunghoon sin aliento. La lengua de Heeseung invadió su boca, dominando cada rincón, mientras sus manos apretaban la cintura de Sunghoon con fuerza. Sunghoon apenas pudo responder, atrapado entre la pared fría y la intensidad abrasadora de su amado.

Heeseung soltó una mano de su cintura y dejo que su mano bajara lentamente por su pecho, deslizando sus dedos por debajo de la camisa. Los dedos de Heeseung eran cálidos y firmes, explorando cada centímetro de su piel mientras se movían hacia abajo. Sunghoon se estremeció bajo el toque de Heeseung, una mezcla de miedo y un deseo que no podía controlar.

La otra mano de Heeseung se enredo en el cabello de Sunghoon, tirando con fuerza para inclinar su cabeza hacia atrás, profundizando el beso. Sunghoon soltó un quejido lastimoso, pero no pudo apartarse. Heeseung rompió el beso.

─Eres solo mío, Park Sunghoon. Nadie más puede tocarte. Nadie más puede tenerte─murmuró Heeseung, antes de volver a besarle con aun más intensidad.

La mano de Heeseung que estaba explorando su pecho continuo su descenso, desabrochando el pantalón de Sunghoon con una habilidad rápida y precisa . El sonido del cierre bajando resonó en el silencio de la habitación, y Sunghoon sintió como el calor de Heeseung se presionaba contra el suyo.

Heeseung bajo sus labios hacia el cuello de Sunghoon, mordiendo y succionando la piel sensible, dejando marcas visibles. Sunghoon cerró los ojos, tratando de similar las miles  sensaciones que lo abrumaban. Cada beso, cada mordisco, era un recordatorio de la posesividad de Lee Heeseung.

─No quiero verte con Jake ni con nadie más─susurró Heeseung contra la piel de Sunghoon.

Sunghoon pudo apenas asentir, sus pensamientos nublados por el torbellino de emociones. La mano de su esposo continuo bajando, rozando la piel desnuda de Sunghoon, mientras sus labios seguían su camino por el cuello y el hombro.

Al cabo Heeseung se aparto un poco, mirando a Sunghoon con deseo y advertencia.

─Sube a la habitación y espérame─ordenó Heeseung, su voz firme u autoritaria.

Sunghoon con el corazón latiendo acelerado y las lágrimas brotando de sus ojos, con la cabeza inclinada se dirigió a la habitación, sintiendo como su mundo se hacía más pequeño. Sabía perfectamente que tendría que encontrar una manera de protegerse, pero en ese momento todo lo que podía hacer era obedecer.

𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄! 𝙝𝙚𝙚𝙝𝙤𝙤𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora