No se llevan bien, pero tener el mismo objetivo los va a llevar a tener que cumplir tareas para tener una buena convivencia juntos y que les den el permiso de hacer su cometido.
《!...♡...!》
Antes de leer:
-Enemies to lovers
- NO enviar a los stream...
Habían vuelto completamente rendidos de la tarea que según ellos era fácil, pero no lo fue.
Primero Quacki casi se cae a un guindo¹, siendo sujetado rápidamente por el más alto, quien lo regañó el resto del camino, Doied fue atacado por un lobo y se cubrio con el azabache como si de un escudo se tratase, casi los descubren pero fueron ayudados por trabajadores que estaban cerca, los cuales espantaron a los franceses que casi los atacan, y por último, rompieron una de las cámaras, bueno, el lente de ésta.
Así que bueno, venían aterrados, pero tenían que actuar valientes, entonces se acercaron a la puerta de la oficina de su jefe, ambos se miraron y Santiago le pasó la cámara rota al mayor.
—Fuiste tú, encárgate— Se limpió totalmente las manos de lo sucedido. Cruzó sus brazos en su pecho notando el puchero y el ceño fruncido del bajo, rió internamente, tampoco quería que lo matara por burlarse en su cara.
—¡Pero entra conmigo!— Exclamó como un niño, casi que hace un berrinche frente suyo. Bufó asintiendo acomodándose las gafas para ponerse a su lado en frente de la puerta.
Entraron lentamente, Doied poniendo a Quacki delante, usándolo como escudo humano por segunda vez.
El oso blanco los miró a ambos, la máscara que traía no le permitía a los chicos descifrar emoción alguna en sus facciones, así que se acercaron pidiéndole a Dios y todos los Santos que los bendigeran para no acabar en un pozo.
—¡Jefe! ¡Jefesito! Emm...— Saludó Alexis sin saber que decir, volvió su cara hacia atrás mirando al de lentes, pidiéndole ayuda con la mirada, soltando un bajo "Chinga tu madre" cuando el castaño negó con la cabeza.
El jefe soltó un gruñido que los hizo pegar un brinco al mismo tiempo, Alexis sin más rodeos inhalo y exhaló fuerte, dejando rápidamente el dispositivo fotográfico roto en frente de su superior.
No hubo reacción alguna, por lo que se aclaró la garganta para intentar hablar al respecto —Yo-yo mhh-— Sintió como lo apartaron a un lado, miró mal al contrario que tomó su lugar de forma brusca —La dejamos caer, fue un accidente—
«Dejamos» Se sorprendió ante el plural y también por el «Fue un accidente», pero... ¡Hace rato le dijo que se hiciera cargo él porque fue su culpa! ¿Qué acaso era tan inútil ante los ojos del menor que hasta se retractó de dejarlo asumir la culpa solo? O ¿Lo estaba ayudando?
No tenía ni idea, pero se sentía ofendido.
Se distrajo cuando vio al castaño mirarlo, se sumió en los ojos marrones que tenía en frente que lo miraban serio, la tos falsa de su jefe los hizo mirarlo, apartando la mirada hacia él.
—Bien, está todo bien fuera de... eso. Pueden irse—
El aire volvió a los pulmones de ambos y asintieron, saliendo casi que corriendo de la oficina. Afuera se miraron y aguantaron una risa. —Eres un pendejo de veras— Insultó pegándole en el brazo, el menor frunció el ceño y lo golpeó de vuelta, bajando un poco la cremallera del traje, se estaba ahogando.
—Te ayudé, porque eres tonto hasta para hablar que casi y te desmayas ahí—
Se empezó a alejar sintiendo la mirada ofendida del mayor en sus espaldas, sabía que se había enojado, pero poco le importaba, obviamente no le ayudó por gusto... o eso cree.
Alexis lo veía desde atrás con el ceño fruncido, apretó los dientes sintiendo una pizca de tristeza en sus entrañas, pero prefirió ignorarlo, no admitiría que le dolieron las palabras del alto.
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