Rocket y Blue: Tú eres mi razón de vivir

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Narra Blue

Una vez mis párpados se separaron, al sentir los primeros rayos del sol acariciando mi rostro, tomé unos instantes para contemplar el techo. Aunque no había experimentado pesadillas, mis sueños habían sido intensos; estaba empapada en sudor y mi corazón latía velozmente. Aún sorprendida por lo que había soñado, me llevé las manos al rostro. ¿En serio había tenido un sueño así con Rocket?. Lancé una mirada furtiva hacia él. No se había alejado de mi lado y, de hecho, me abrazaba con firmeza, con un brazo rodeando mi cintura como si deseara retenerme. Mientras dormía plácidamente, soltó un suspiro y se acomodó en la almohada. Era adorable mientras dormía. Sin embargo, no lograba comprender por qué mi mente me había llevado a soñar algo así con él. Al desplazarme hacia el borde opuesto, exhalando profundamente, me sobresalté al sentir la cabeza de Rocket apoyarse en mi espalda. Afortunadamente, llevaba puesta ropa, evitando cualquier malentendido si alguien nos encontrara en esa posición tan íntima y pensara algo indebido sobre nosotros.

Groot gimotea desde su hamaca al parecer había entrado en algún momento de la noche para dormir con su padre adoptivo. Se arrastra fuera de su cama y se dirige hacia nosotros. De un salto se sube al colchón haciendo que Rocket se despierte. Le miramos con curiosidad mientras se abre paso hasta un lugar vacío entre nosotros, se mete bajo la manta, se tumba y cierra los ojos obstinadamente, con una sonrisa dibujándose en su cara por estar entre sus dos personas favoritas. Rocket y yo compartimos una mirada. Sonreímos. "Buenas días a ti también, Groot" le dijo mientras Rocket se limpia los ojos somnolientos. No podía creer lo bien descansado que se sentía ahora.

Rocket era del tipo malhumorado por las mañanas, como Groot. Siempre sentía que nunca dormía lo suficiente. No estaba seguro de por qué siempre tardaba tanto en dormirse, o por qué, por mucho que durmiera, nunca le parecía suficiente. Empezaba a creer que había algo malo en él, algo que esos bastardos le habían hecho, o tal vez era su miedo constante a tener otra pesadilla, pero todo eso cambió anoche, cuando entré.

Vuelvo entonces los ojos hacia Rocket. "¿Has dormido algo?" pregunto con curiosidad. Rocket se vuelve hacia mi. Groot vuelve a estar profundamente dormido.

"Ah, sí. Hacía siglos que no dormía tan bien" me dice, intentando no exagerar, lo que hace que yo le sonría. Miro entonces hacia mis manos tímidamente.

"Sí, yo tampoco" admito. Había algo en estar cerca de él que me hacía sentir inusualmente segura, pero lo dejo así, lo que fue más que suficiente para que él sintiera ese pellizco en el corazón.

Pasó un momento, cada uno de nuestros corazones cargados de un curioso anhelo el uno por el otro, pero nuestras mentes cuerdas siempre lo terminaban de la misma y decepcionante manera. Nunca ocurriría.

Para romper la incomodidad, hablé. "Probablemente debería irme antes de que Peter se despierte" sonrío, Rocket me devuelve la sonrisa. No había nada que le gustara más que molestarme, pero era demasiado temprano para dramas.

"Vamos, chicos. ¡Despierten!" Peter Quill hablaba llamando desde fuera de la habitación a todos en general.

Los dos nos miramos temerosos, ambos saltando de la cama como adolescentes a punto de ser pillados haciendo algo malo. Rocket se tapa la cabeza con una camiseta mientras yo hablaba con Groot.

"Necesito que actúes como si estuvieras durmiendo, ¿vale?" Groot asiente algo confundido, pero sigue mis indicaciones.

En ese preciso instante, Peter entra abruptamente en la habitación, Rocket justo delante de él. Al verme, se detiene.

"Oh, ya estáis todos levantados" observa con suspicacia.

Rocket actúa como de costumbre. "¡¿Cuántas veces te he dicho que llames a la puerta?!", pregunta cruzándose de brazos. Peter se vuelve hacia él.