𝗏𝗂𝖺𝗀𝗋𝖺 ♡⃕ 𝗌𝗎𝗇𝗀𝗌𝗎𝗇 ﹙𝖼𝗈𝗆𝗉𝗅𝖾𝗍𝗈﹚

OO3.

La voz necesitada de Sunghoon, la poca iluminación de la casa y la manera en la que sus ojos me veian me hacían una mala jugada, pues habia intentado mantener mi orgullo al no hablarle, pero yo mismo por impulso le di la pastilla, ahora el estaba así por mi culpa.

Bajé la escalera bajo su atenta mirada y me dirigí a pasos lentos hacia el

— ~ven...Ven aquí cariño...Papi te necesita.

¿Papi?

—¿Estás bien, Sunghoon?

Rápidamente metió su miembro en su pantalón, se levantó del sofá para dirigirse a mi y cargarme en su cintura, apreté mis piernas al rededor de ella. Me besó tan jodidamente caliente y húmedo, era aquel beso, olvidaba lo bueno que era el en esto.

Seguí su beso mientras el a pasos torpes me guiaba hasta la mesa del comedor, sentandome encima de la madera fría, metió sus manos debajo de mi camisa mientras sus labios succionaban mi cuello de manera desesperada.

Esto dejará marcas.

Acariciaba su cabello mientras el me quitaba la camisa tirándola al suelo como si fuera un simple trapo, usó su mano y presionó mi cadera contra el en un acto posesivo, sus besos bajaron hasta mis pezones, aquellos rozados que se dedicó a chupar y morder levemente, sacando un fuerte gemido de mi boca, apreté mis piernas al rededor de su cintura, le quité la camisa para ver su cuerpo hermoso.

Sabía que mi esposo estaba muy bien y amaba verlo así sin camisa mostrando su brazo completamente tatuado, eso era tan excitante.

Mi pantalón de pijama desapareció junto al de el, acaricié su miembro, aquel que ya conocía perfectamente, mientras el echaba su cabeza hacia atrás, me aproveché de eso y bajé de la mesa, incitandolo a él a apoyarse en ella, me arrodillé en el suelo y bajé su ropa interior dejandolo salir como a un resorte su pene, lo metí en mi boca y empecé a lamerlo como una paleta desde la punta hasta el fondo, lo metí en mi boca y lo succioné mientras jugaba con mi lengua dentro de mi boca.

Estaba loco por sentir algo de el.

— ~Hmmm...Tan...Bueno.

Sonreí a mis adentros, extrañaba tanto sus gemidos. Sin dejar de chupar su pene mis manos subieron a su abdomen marcado y empecé a tocarlo. Este hombre era mío, su cuerpo, sus gemidos, sus gruñidos. Todo de el me pertenece y me sentía muy bien con eso.

Por un momento olvidé todas las noches que me dejó esperandolo, todas las veces que lo necesité de esta manera, y lo único que obtenía era nada porque siempre llegaba muy tarde y ni siquiera lo veía.

Bajé mis manos dejando de acariciar su cuerpo, el sacó su miembro de mi boca y me levantó dándome un beso profundo para apoyarme nuevamente en la mesa.

—¿Te gusta mi cuerpo y mi pene, amor?

No pude responder más que con asentimiento, no siempre era así de salvaje, de hecho, el y yo nunca habíamos tenido sexo rudo, siempre fue muy gentil y amoroso conmigo.

Esto es algo nuevo y me asusta.

—A mí me gusta mucho esto.—Su mano apretó mi cintura.—Tu linda cintura y esto.— Apretó fuerte mis nalgas—Tu trasero delicioso.— Tragué fuerte la saliva en mi boca, inesperadamente me volteó y me recostó contra la mesa dejando mi trasero a su disposición, bajó mi ropa interior y empezó a besar mis nalgas sin pudor, me sentía atónito, hasta cuando sentí una fuerte nalgada que me hizo gemir alto.

No quiero pensar cosas malas.

—Son tan blancas que se marcan fácilmente.— Dijo de manera tan provocativa dando otra nalgada, metió sus dedos en mi boca para que los chupara mientras el amabasaba mi trasero y seguía dejando nalgadas, se acercó a mi espalda dejando besos y chupetones en el, esto era demasiado intenso sin contar la fricción que hacía la mesa con mi pene al mínimo movimiento.