Sobrevivir al caos.

Fragmentos de un Corazón a Distancia.

A los 16 años, Luciano se unió a un grupo de WhatsApp dedicado a los lectores de una popular novela en Wattpad. Inmediatamente se sintió como en casa entre los miembros del grupo, seis chicas de diferentes países que compartían su pasión por la lectura. Rápidamente, formaron un vínculo estrecho, intercambiando opiniones sobre la trama, personajes y sus propias experiencias personales.

Entre todas, había una chica que destacaba para Luciano: Marina. Con 20 años y viviendo a 10,500 kilómetros de distancia, en España, Marina tenía una chispa especial. Sus conversaciones nocturnas se volvieron el refugio perfecto para ambos. Compartían sus sueños, miedos y risas, creando una conexión única.

Durante los siguientes años, el grupo se convirtió en una constante en la vida de Luciano. Las seis chicas y él mantenían una amistad sólida, pero su relación con Marina era especial. Pasaban horas hablando, incluso en los momentos más oscuros de la noche, cuando el mundo parecía detenerse solo para ellos. Luciano comenzó a darse cuenta de que sus sentimientos por Ariadna iban más allá de la amistad.

A los 20 años, Luciano decidió armarse de valor y confesar sus sentimientos a Marina. Con el corazón acelerado y las manos temblorosas, escribió un mensaje en el que le decía cuánto la amaba y lo importante que era para él. Envió el mensaje y esperó, ansioso, su respuesta. Marina tardó en responder, lo cual aumentaba su nerviosismo. Finalmente, llegó la respuesta.

"Lucho, eres mi mejor amigo y siempre lo serás. Pero no siento lo mismo. Lo siento mucho si esto te duele."

Las palabras de Marina resonaron en la mente de Luciano, como un eco interminable. Sentía que su corazón se rompía en mil pedazos. La respuesta de Marina marcó un antes y un después en su relación. Aunque intentaron seguir siendo amigos, las conversaciones se volvieron menos frecuentes, menos profundas. La conexión que una vez compartieron parecía desvanecerse lentamente.

Con el tiempo, la amistad entre Luciano y Marina se desvaneció por completo. Las otras chicas del grupo notaron el cambio, pero no supieron cómo intervenir. El grupo de WhatsApp, que alguna vez fue su refugio, se convirtió en un recordatorio constante del amor no correspondido.

Ocho años después, a sus 24 años, Luciano todavía sentía la herida en su corazón. A pesar de haber intentado seguir adelante, el recuerdo de Marina y lo que alguna vez tuvieron seguía presente. Había conocido a otras personas, hecho nuevos amigos, pero ninguna conexión era igual a la que tuvo con Marina. Se preguntaba si alguna vez podría sanar completamente, si algún día encontraría a alguien que lo hiciera sentir tan vivo como lo hizo Marina.

Una noche, Luciano revisó sus mensajes antiguos, encontrando las conversaciones con Marina. Leyó sus palabras, recordando los buenos tiempos y las risas compartidas. Aunque la herida aún dolía, se dio cuenta de que había aprendido mucho de esa experiencia. Había aprendido sobre el amor, la amistad y la importancia de ser valiente, incluso cuando el resultado no era el esperado.

Con una mezcla de nostalgia y gratitud, Luciano cerró los mensajes. Aunque su amor por Marina no fue correspondido, esa experiencia lo había moldeado y le había enseñado valiosas lecciones sobre la vida y el amor. A pesar del dolor, sabía que siempre llevaría un pedazo de esa historia en su corazón, una historia de amistad, enamoramiento, distanciamiento y, sobre todo, de supervivencia en el caos de la vida.

Hola, holaa!!! Cómo están mis querides lectores? Les traigo una historia muy personal (obviamente cambie el nombre para proteger la identidad de la otra persona) que hace un tiempo quería escribir y compartírsela per no encontraba el momento adecuado. Espero que la disfruten y si se sienten identificades con algún personaje me lo pueden hacer saber en los comentarios.

Muchas gracias! Nos leemos prontito XOXO.