Ella.

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Siempre decía que fortaleza yo tenía,

aun así, hay momentos

en los que los pensamientos van en aumento,

en que es demasiado para mí,

y quiero alejar los tormentos.

Sin embargo, su imagen aparece en mi mente,

sus ojos color avellana,

su sonrisa tan cercana,

y a los pensamientos les gana.

Estoy sentado en el suelo,

en silencio,

asumiendo mi vida

y cuánto la echo de menos.

Recuerdo sus palabras de aliento,

esas que me daban consuelo,

y aunque ahora todo sea tormento,

en mi corazón guardo su recuerdo,

que me da fuerza en cada momento.

Sobrevivir al caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora