01| Dulce rehabilitación

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Paciente:_ _ _ _ _ _ _Ochako Uraraka

Edad:_ _ _ _ _ _ _Quince

Sexo:_ _ _ _ _ _ _Fem

Grupo sanguíneo:_ _ _ _ _ _ _B + ??

Don:_ _ _ _ _ _ _Zero gravity + ??

Lugar de origen:_ _ _ _Pefectura Mie

Ocupación:_ _ _ _ _ _ _ _Estudiante

Afiliación:_ _ _ _ _Academia U.A.

Tratamiento: Clorpromazina
(para disminuir psicosis)

***

No era tan horrible allí, de hecho, estaba mejor de lo que solía estarlo.

El cuarto, por más que fuera blanco por donde lo vieras, era acogedor, durante el día hacia actividades recreativas mientras esperaba la visita de alguna de las tres caras de siempre, al principio era extraño que vinieran por separado pero con los meses cada vez sentía mas tranquilidad ante su presencia.

Su sensei Aizawa se había encargado de que ella mantuviera sus calificaciones al día; había logrado que otros profesores de la academia pudieran facilitarle material de estudio que seria evaluado mas tarde, él realmente se había esforzado por el bienestar de su alumna, aún recuerda con amargura esa noche cuándo la castaña entro abruptamente a su oficina mientras él hablaba con el héroe número dos, la angustia que sintió al verla sollozando mientras caía al suelo y le rogaba que la salvara de si misma no la olvidaría jamas.

Uraraka miró el reloj que estaba sobre aquel calendario, hoy era miércoles y faltaba muy poco tiempo para que llegará el joven héroe que la entrenaba, le gustaba poder mantenerse en movimiento, era algo que extrañaba hacer en los tenebrosos últimos días que paso en la academia, ella recuerda esos episodios y se arrepiente mucho de no haberse expresado antes, quizás las cosas serían diferentes... No, así estaba bien, esta nueva normalidad y vínculo que creo con los tres héroes le agradaba, se sentía acompañada en su dolor.

Sintió una mano sobre su cabeza - O. cha. ko - dijo Keigo - en que piensas pequeña? He estado aquí cinco minutos y no lo notaste - confeso mientras fingía una cara de tristeza.

- Solo recordaba su compañía y lo que hace por mi - contestó ella, feliz - estoy muy agradecida, lo sabe, verdad? - él sonrió, claro que lo sabia.

Tras una pequeña charla caminaron a una sala amplía que estaba ambientada para ser un gimnasio, Ochako se llevo una sorpresa al ver a Edgeshot ahí, no porque fuera inusual verlo, él era el último rostro que la visitaba constantemente, solo que era usual verlo los viernes, no hoy.

- Kamihara! -exclamo ella- no sabía que hoy estaría junto a nosotros.

- Mm sí, Uraraka, hoy haremos algo distinto -al ver la curiosidad en su rostro, continuó- estuvimos hablando entre nosotros y logramos que Shota concordara en que seria prudente entrenar la modificación de tu don para usarla en batalla de ser necesario.

Ella se atemorizo un poco- Pero... el sensei dijo que eso estaba prohibido -Ochako suspiró- aún me asusta el intentar controlar la sangre, no se que tan hábil pueda ser.

Los héroes profesionales se miraron entre sí, Hawks fue quién decidió motivar a la chica- Ochako, este don es tuyo -dijo pausadamente- no es relevante de dónde vino, está bien? Tu serás una heroína increíble, protectora de muchos, puedes hacerlo! - concluyó dando cariños en la cabeza de ella.

Sus orbes café brillaron, se sentía motivada y cálida.

(...)

Estaba cansada.

Creyó, ilusamente, que esos nuevos entrenamientos combinados serian delicados, pero no, se sentía como un limón, uno muy exprimido. Ninguno de los dos héroes era piadoso con ella, cada vez que descansaba una rodilla en el piso era obligada a levantarse, mientras le decían que no debía quedarse atrás, que sus compañeros estaban avanzando...

A veces pensaba en ellos, realmente no los extraña como creía que lo haría al irse de la UA, es poco usual recordarlos, le otorgaba la culpa al hospital psiquiátrico, en su sección donde todos se proclamaban "los trumaditos" para intentar llenar la situación con algo de humor, les enseñaban lo que ella inicialmente determino como egocentrismo, aun recuerda la primera sesión de la señora Clover, fue horrible, pero bueno, resulto ser que ahí les enseñaban a desligarse un poco del sufrimiento que no debía pertenecerles y tener una pizca de tenerse así mismos como centro, eso constantemente la hacia pensar en Bakugou. Las sesiones de Clover eran excéntricas, nunca pensó que un héroe tenia que pensar en si mismo aveces.

Mientras pensaba un poco en como estaría todo en la academia terminaba de cepillar su cabello, había decidido dejarlo crecer, pues descubrio un gusto en trenzarlo, se sentía como la princesa rubia de pelo mágico que estaba atrapada en una torre, aunque era tonto, porque en este caso, ella misma quiso encerrarse, nadie la llevo hasta allí con mentiras, oh y claro, su pelo no hacia nada mas que ser lindo.

Dos golpes en su puerta llamaron su atención, los únicos que tenían permitido estar fuera a estas horas era el personal, así que se sintió intrigada cuando la pequeña ventanilla se abrió.

- Sigue despierta, Uravity? - susurró una de las enfermeras.

Ella no recuerda su nombre, pero sabe que es muy dulce siempre que le habla - Sí, estaba terminando de alistarme para dormir, hoy fue un día agotador -escuchó una pequeña risa fuera de la puerta.

- Lo sé, la enfermera dijo que pidió mucho ungüento -hizo una breve pausa- Aizawa vino a dejarle algo, no quiso pasar, creía que estaba durmiendo.

La chica se acercó a la puerta curiosa, su profesor tiene fama de ser dormilón por mas que trabaje de noche, entonces le confundía un poco su presencia tardía en el hospital.

Ochako tomo la bolsa.
Ochako abrió la bolsa.
Ochako vio el dibujo de una bombita.
Ochako se sonrojo.
Ochako floto.

- Uravity, esta bien? - pregunto la enfermera, confundida.

- S..í, solo es que, yo ehh -su cerebro había hecho controcircuito- perdón! lo que quise decir es que solo me sorprendí, eso es todo.

Tras la puerta, la señorita asintió mientras reía suavemente- Esta bien, entiendo... Mm, me permite preguntar que es lo que le llegó? -no es que ella fuera entrometida, pero la reacción de la aspirante a héroe llamo su atención por completo.

Uraraka guardo silencio por unos segundos, aun no entendía porque él cenizo le enviaría eso o peor aún, porque Aizawa haría de mensajero.

- Son... son mochis - respondió finalmente la castaña.

Cuando los villanos pierdenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora