Capitulo 3: prueba tu valor

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Una cortina de humo infesto el barrio que un padre y su hijo estaban transitando tranquilamente, hasta que una explosión alertó a todos de la aparición de un villano. El padre agarro a su hijo en brazos y corrio lo más rápido que pudo para ponerlo a salvo, tenía que protegerlo. El pequeño estaba asustado, veía al enorme villano con temor de que fuera hacia ellos y los lastimara brutalmente. Finalmente el padre encontró un buen escondite detrás de un basurero, dejó a su hijo detrás de una pila de cajas y tacho de basura.

Hisashi: Izuku, Izuku mírame, tienes que quedarte aquí, yo iré a distraer esa cosa y sacarla lo más lejos de aquí.

Izuku: papá no lo hagas, ven y escóndete.- rogó el peliverde escuchando los gritos de ayuda.

Hisashi: perdón Izuku, pero tengo que ayudarlos...- tocó la frente de su hijo con su dedo índice y le sonrio- Prometo que saldré de esta e iremos por ese muñeco de Tek-Knight que viste el otro día.

Hisashi saco un pequeño anillo para cambiarse a su traje de héroe que consistía en un traje rojo que le cubría todo el cuerpo y una máscara que le cubría los ojos y la mitad de la cara. También llevaba guantes y botas, y su traje tenía varias líneas alrededor de los brazos, las piernas y el torso. En los hombros tenía lo que parecía ser su símbolo, un reloj de arena.

Hisashi: ¡quédate aquí, y pase lo que pasw no salgas!

Y después de eso, Hisashi desapareció en un estallido de velocidad. Izuku se oculto en el escondite improvisado, cerró sus ojos con fuerza y se tapo los oídos, intentando no escuchar el ruido de la pelea, pero sobretodo, deseaba que su padre saliera ileso.

De repente, todo se callo, el pequeño Izuku miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en un enorme vacío oscuro, solo estaba el y la nada. Izuku se levantó, temeroso, observo hacia todos lados en búsqueda de alguna señal, pero nada.

Izuku: ¿hola? Hay alguien ahí?

Sin respuesta.

Izuku siguió buscando a alguien en aquel humbral, sin éxito alguno, hasta que se encontró con un sujeto de traje rojo, lo reconoció al instante, era su padre ¡y estaba bien! Izuku corrio hacia el lo más rápido que podían sus pequeñas piernas y lo abrazo.

Izuku: ¡papá, creí que te habían lastimado!- exclamo el peliverde abrazando la pierna de su padre.

Hisashi: no te preocupes Izuku...

El peliverde alzo la vista para verlo, sin embargo, no reconoció al hombre que admiraba, sólo quedaba un rostro desfigurado, podrido y quemado, el único remanente era la mitad de su cara y un ojo amarillo con pequeños mechones de su cabello.

Hisashi: papá está aquí.- el cadáver extendió sus brazos para tratar de abrazar a su hijo. Izuku estaba petrificado por el miedo, no podía moverse y se quedó viendo a su "padre" acercándose a el.

Abrió sus ojos repentinamente recuperando el aliento después de escapar de aquel mal sueño, noto que estaba en su cuarto, fue solo una pesadilla, ya había tenido sueños así, no tan recurrentes, solo ocurrían ciertas noches cuando estaba muy ansioso. Miro sus manos que estaban temblando, respiro hondo y exhalo para intentar calmarse. El peliverde miró su reloj, eran alrededor de las seis, tenía un par de horas antes de irse a la escuela.

Intento volver a dormir pero no pudo, seguía abrumado por la pesadilla y temía con volver a soñarlo otra vez, por lo que se levantó de la cama y se cambio de ropa a una deportiva e irse a despejar la mente. Dejo una pequeño nota en la mesa de la sala para avisarle a su madre donde estaría si necesitaba algo.

Izuku llegó a la playa para empezar a buscar un muñeco de práctica tirado que encontró hace unos días, para después activar su don, sus brazos fueron recubiertos por varias placas de metal doradas que tenían símbolos tallados. Izuku se aseguró de estar cómodo, antes de iniciar con su sesión de entrenamiento.

¿Acaso La Apariencia Importa? (REMAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora