Capitulo 2: el regreso

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Sus ojos se abrieron lentamente, de par en par, estiro su cuerpo para quitarse el sueño que intentaba hacerla dormir otra vez, pero su estomago gruñia por algo de comer. Se despidió de su cama y se aventuro por el departamento hasta llegar a una enorme puerta. Dio grandes saltos para alcanzar el picaporte, lo logró al cuarto intentó, después entró a la habitación para subirse arriba de su dueño y despertarlo.

Izuku: mmm...¿que?

Gato: miau

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Gato: miau.- maúlla un gato de pelaje negro con ojos rasgados de color verde lima.

Izuku: ah, eres tu Chachamaru, creo que tienes hambre ¿cierto?

Chachamaru: miau.- asintio en respuesta y siguió golpeándolo con sus patitas.

Izuku: bien bien, ya voy, calma.- comento el peliverde con cansancio para después ponerse de pie.

El peliverde camino hasta la cocina y tomó un pequeño plato rojo que tenia escrito "Chachamaru" con una marcador negro permanente, luego tomo una bolsa de comida para gatos y vertió el contenido en el plato. Chachamaru no perdió el tiempo y comenzó a comer su plato de comida.

Izuku: disfruta.- comento acariciando la cabeza del felino- Creo que también es mi turno de comer.

Izuku empezó a buscar en la cocina las cosas que usaría para preparar el desayuno. En eso, noto que su madre estaba dormida en el sofa, habían algunas envolturas de comida rápida y un vaso medio lleno de gaseosa.

Izuku: (Otra vez se quedó trabajando hasta tarde? Desde que papá murió, mamá ha estado tomando turnos extra para ganar más dinero, aunque a veces me preocupa que no llegue a dormir lo suficiente)

Izuku se acerco a su madre y la empujó levemente para despertarla. Tras la muerte de Hisashi, Inko pasó por un duro período de duelo, ahogada en una fuerte depresión que sólo podía ser ignorada con trabajo duro, no tenía a nadie, dejó de juntarse con Mitsuki luego de saber como criaba al pequeño demonio que el llamaba hijo, entonces Kirio vino un día y empezó a acompañarla en su duelo.

Pero con el paso del tiempo Inko empezó a notar cambios en su figura, cambios relativamente enormes, desarrollo un estómago que escapaba de su suéter y se doblaba en dos rollos, unos pechos del tamaño de sandías, caderas anchas como las de un auto, muslos gruesos como troncos, y una doble papada que se pronunciaba al hablar. Izuku estaba preocupado por el bienestar de su madre, sabía por la depresión por la que pasaba ella, pero debía hacer para perder todo ese peso o podría traer grandes problemas a la salud de la peliverde.

Izuku convenció a su madre de empezar a entrenar con el fin de perder peso, aunque al principio su madre mostró resistencia, porque le era difícil abandonar su dieta anterior basada principalmente en carbohidratos, terminó dando su mejor esfuerzo para bajar aquellos kilos de más que empezaban a molestarla. Fue un camino largo y difícil para Inko, empezaron tranquilo, pero para una mujer que pesaba 585 kilos, era complicado realizar el mínimo esfuerzo, aunque poco a poco fue haciendo los ejercicios con más facilidad, hasta que logró quemar 465 kilos, quedándose actualmente con unos (y controlados regularmente) 120 kilos, ya que según ella le gusto sentir la suavidad de su propia piel.

¿Acaso La Apariencia Importa? (REMAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora