Capítulo 5: ¿Huir o hablar? Hay que elegir !

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Viernes, 29 de noviembre de 2019, 09:37 horas: Tribunal de gran instancia.

- ¡Rebecca! Qué haces ahí ? Estaba previsto ? ¿No se suponía que me reuniría contigo en tu casa esta tarde? preguntó Irin al ver a la jueza aparecer en su oficina común y sentarse en su sillón como si estuviera comenzando un día normal.

- Estoy al día con mis correos, imposible seguir teletrabajando solo, respondió la morocha en un tono seco que pedía no hacer comentarios.

Irin no dijo una palabra, aparentemente divertida por la ira de su colega. Dejó pasar la mañana sin decir nada, sin molestarla mientras se afanaba un poco inútilmente frente a su computadora. Alrededor de la 1 p. m., Rebecca vio a su amiga estirarse, levantarse y venir a sentarse frente a ella.

- ¿Tu noche no terminó bien, parece?

- No quiero hablar de eso.

- Seguro que si ! ¡De lo contrario, no estarías aquí estropeando mis archivos!

- ¡Conozco perfectamente mi trabajo! defendió al juez.

- ¡Ay, eso, no lo dudo! ¡Por contra, no eres muy bueno en lo mío!

- Qué ? preguntó Rebecca, sorprendida por esta afirmación.

- ¡Has estado hurgando en mi columna de citas durante una hora!

Rebecca miró más de cerca lo que tenía frente a ella y suspiró al darse cuenta de su error. "¿Es por eso que no pude poner mis manos en el archivo de De Bolin?"

- Por cierto !

- No puedo más !

- Es lo menos que podemos decir. "Ella me agota...

- ¡No sabía que su relación había evolucionado tanto! Irin bromeó, dándole un guiño insinuante.

"¡No tan!" exclamó Rebecca, sorprendida por la insinuación de su colega. Si hay una persona que no puedo imaginar así, ¡es Sarocha!

- Estás a la defensiva, de repente... continuó Irin, divirtiéndose a su costa.

- ¡No es porque esta mujer sea homosexual y viva conmigo que automáticamente debemos ver anguilas debajo de una roca! ¡Solo estamos criando a un niño juntos!

Rebecca se quedó en silencio, dejando que lo que acababa de decir se hundiera en ella.

- Es totalmente absurdo cuando lo digo en voz alta... suspiró, escondiendo su rostro entre sus manos, desilusionada.

- Es cierto...

- Gracias por el apoyo.

Como el ave Fenix (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora