Capítulo 17: Búsqueda del futuro

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Sábado, 29 de febrero de 2020, 11:25 h: Casa de Rebecca Armstrong.

- De qué estás hablando ? preguntó Rebecca, balanceándose de una pierna a la otra.

- Conocí a Sarocha, ella...

- Dónde estabas ? Al interior ? la joven lo interrumpió, perturbada.

- No ! Claro que no ! Yo estaba  en mi coche. Te vi venir, pero no me escuchaste cuando te llamé. Quería explicarte, no dejar que enfrentes la situación solo.

"¿Estabas allí cuando estacioné?"

- Sí, ¿no me viste?

- Tal vez estaba en mis pensamientos, mecánicamente pensé que era el de sar... ocha, dijo ella. ¡Dime lo que sucedió! ella volvió a entrar con impaciencia, permitiendo que el joven la siguiera.

"Ella estaba allí cuando llegué, estaba haciendo las maletas, tomó a Sam y se fue", explicó Heng, dándole un codazo.

- No importa que ! Rebecca instantáneamente se dejó llevar. Me habría dejado una nota, algo para advertirme. ¡No hay nada en toda la casa! se levantó, haciendo grandes movimientos, mirando a todos lados a su alrededor.

"Ella me dijo que tuviste una pelea y te fuiste. Rebecca, ya está hecho, ya no soy bienvenido,

¿por qué te mentiría?

"Venganza, crueldad, ¿qué sé yo?" Lo llamaré.

Adaptando la acción a la palabra, la joven sacó febrilmente su laptop y buscó el contacto. Dividida entre el nerviosismo y la molestia, sintió que su corazón se saltaba varios latidos cuando inmediatamente se encontró con el correo de voz.

"Estoy en casa, ¿dónde estás?" ¡Por favor, devuélveme la llamada! dijo antes de colgar.

- Rebecca, ¿cómo podría saber de tu argumento si ella no me lo hubiera dicho? Estaba enfadada contigo, con tu loca idea de matrimonio a la que intentabas obligarla. Tu comportamiento la asustó y se fue. Traté de retenerla. A pesar de toda la antipatía que le tengo, pensé en el dolor que te causaría. Pero ella no quería escuchar nada.

Rebecca se quedó sin palabras, preocupada por la cantidad de información que parecía tener. Estaba seguro de haber visto a Sarocha, de lo contrario, ¿cómo podría haber sabido sobre la boda? Lo que el juez no podía entender era cómo su pareja pudo escapar así sin mirar atrás, sin una discusión o una explicación. Rebecca había ido demasiado lejos el día anterior, pero su relación, sin embargo, había evolucionado lo suficiente hacia un mayor respeto y consideración entre ellos.

- No puedo creerte, obstinada jovencita, sacudiendo la cabeza como si ese gesto lograra disipar esta pesadilla.

- Entiendo que no estás en buenas condiciones en este momento, tienes que tomar la noticia. Por otro lado, no estoy sereno ante la idea de dejarte solo. Si me lo permites, me gustaría quedarme contigo, le ofreció, tomando su mano entre las suyas.

Como el ave Fenix (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora