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| Instituto |

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| Instituto |

Al volver a su habitación sacó el uniforme de la caja que le había dado Reiji, no la había soltado en ningún momento. Se preguntó dónde estaba Yui, ya que no la vió al recorrer los pasillos y tampoco sabía dónde estaba su habitación entre las miles que había. La vería cuando llegara la hora de ir al instituto.

Faltaban trienta minutos, el tiempo se le había ido de las manos en aquel debate.
No perdió tiempo y se quitó la ropa para empezar a cambiarse.

Era un uniforme realmente atareado de poner. Llevaba muchas piezas y la falda no le gustaba por el extraño volado que tenía. Al igual que ese moño que le molestaba y ahorcaba. Prefería los uniformes simples de Inglaterra.

Al terminar de cambiarse se peinó y cepilló los dientes. No se había quitado los miles de anillos y pulseras que tenía, tampoco los collares. Solo esperaba que nadie intentara tocar su preciado cuarzo o ella misma le arrojaría gusanos en la cara.

Faltando poco tiempo para bajar, ya que supuso que debía estar unos quince minutos antes en la sala, se puso perfume y un labial casi imperceptible. Bajó las escaleras hasta dar con cinco de los hermanos, notó que faltaban Ayato y Yui.

—Hola. -saludó- ¿Y Yui?

—Debe estar con Ayato. Nos están retrasando. -respondió Reiji con molestia-

—Mhm...zorrita, que bien se te ve el uniforme. -dijo Laito con doble sentido-

—A mi no me gusta. -confesó- Es un poco raro que tenga tantos complementos. En Inglaterra los uniformes eran normales.

—¿Ibas a un instituto para brujas? Teddy dice que es cierto. -dijo Kanato-

—Teddy se equivoca, no hay escuelas para brujas.

—Al fin llegan. -Reiji reprendió a Ayato y Yui, ella se veía débil- Es hora de irnos.

Todos subieron a la limusina, en la cual la conversación inicial continuó.

—¿Acaso no ibas a un instituto donde te enseñaban hechizos y esas cosas? -preguntó Subaru con el ceño fruncido-

—¿Crees que existe Harry Potter y Hogwarts?
-el peliblanco se ruborizó, chistando. Ella rió- Bueno, existe solo una en el mundo pero cerró hace años. Hago mi vida normal en una escuela normal.

—Tu vida no parece ser nada normal, panqué. -bromeó Ayato-

—Tienes razón. -sonrió Nélida- No lo es. Pero así es más divertido, no me imagino cuán aburrida sería mi vida si no tuviera estas habilidades.

El resto del camino fue, dentro de todo, tranquilo. Nélida se esperaba el caos total en la limusina pero simplemente era lidiar con hermanos vampiros. Bueno, más allá de eso, Ayato molestaba a Yui, Laito la molestaba a ella, Reiji leía, Shū dormía, Kanato se adentraba en la locura y Subaru miraba por la ventana. ¿Esto era así todos los dias?

Estos vampiros necesitan algo de diversión en sus vidas. Pensó Nélida.

Supo que llegaron al ansiado instituto Ryoutei cuando la limusina paró. Los hermanos iban saliendo uno por uno, quedando solo ella y Yui últimas.

—¿Qué son esos gritos? Pareciera que hay una masacre. -dijo la pelinegra- Oh, ya entiendo. Están locas por ellos.

—Si, por eso debemos intentar huír lo más rápido que podamos. -le dijo Yui-

—Sujétate. -Nélida la agarró de la muñeca una vez que salieron de la limusina, arrastrándola hasta salir de la multitud de chicas- Uf, que alivio.

—Nélida. -Reiji se acercó a ella- Estás en la misma clase que Yui, Ayato y Kanato, por lo tanto tienen los mismos horarios y clases. Ella te guiará.

—Gracias Reiji. ¿Nos vamos? -preguntó a la rubia y ésta asintió- Adiós, Reiji.

Caminando tranquilamente por los pasillos, Yui le explicó las clases y horarios a su amiga. Incluso le contó como eran las cosas en ese instituto.

—Así que ellos son los más populares o algo así, ¿verdad? -le preguntó a Yui-

—Sí, al igual que los Mukami. Pero no creo que debería hablarte de ellos...

—Vamos, las amigas están para hechar chisme. Cuéntame.

—Bueno...-dudó- está bien. Son adoptados e igual que ellos, son vampiros. Con la diferencia que se llevan bien entre ellos.

—Ah, ya veo. Oye, ¿crees que la gente aquí quisiera saber su futuro? -dijo cambiando de tema-

—No lo sé, Nélida-san. ¿Cómo puedes leer el futuro?

—Bueno, hay varias formas. Existe el tarot, la Quiromancia, Nigromancia, Oniromancia y la Tesomancia. Mi especialidad son las cartas y la Quiromancia. Pero creo que te confundiría demasiado si te dijera que hay más.

—Pero eso no es seguro, Nélida-san...¿no te da miedo? ¿Qué sucede si descubres que morirás?

—Bueno, acepto mi destino o lo cambio. Pero tendré que afrontar las consecuencias. Igualmente, son métodos de adivinación, así que no son completamente precisos, o al menos no si no utilizas la técnica correcta o no tienes experiencia. A propósito, ¿cuál es nuestra clase?

—Ésta es. -Nélida asintió y las dos entraron, acomodando sus cosas y encontrándose con Ayato y Kanato-

—Oye, bruja. -llamó Ayato-

—No lo digas al aire libre, Ayato. -reprendió Nélida completamente seria- Y me llamo Nélida.

—Si, lo que sea, escúchame. -fue interrumpido por el profesor, que entró dando comienzo a la clase-

Nélida sabía por el rostro de Ayato que tenía una pregunta, oh y estaba enfadada por todos los apodos que le ponían a ella y a su amiga rubia. Tenía ganas de divertirse y para ella su idea de empezar a trabajar en alguna travesura era la mejor que había tenido.

Mientras tanto y nada, prestaría su atención a la clase. Ya tendría tiempo para pensar su nueva aventura maligna.

 Ya tendría tiempo para pensar su nueva aventura maligna

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WITCH | Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora