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| ¿Amigas? |

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| ¿Amigas? |

—Pequeña perra, ¿qué otros secretos guardas?

—Algunos. Y no me llames así, no soy un perro. -frunció el ceño ante el de sombrero-
Bueno, supongo que no es nada que les afecte. No soy una bruja mala.

—No lo sabemos, ¿cómo estamos seguros de que no eres una infiltrada? -preguntó el pelirrojo-

—No lo soy. -contestó- Pero si no están seguros, descúbranlo por sí mismos.

—¿No estarás jugando con nosotros? Si es así...-Nélida interrumpió a Subaru-

—Si es así nada, porque estoy diciendo la verdad. Ustedes son vampiros, ¿no habrían pensado en que existen más razas que la suya?

—No imaginábamos a una bruja como tú. -volvió a hablar el peliblanco-

—Nadie puede imaginarse a una bruja, no somos iguales. Ninguna lo es. Somos humanas, pero tenemos a la naturaleza y otras cosas de nuestro lado. -sonrió- ¿No les parece lindo?

—Teddy... ella está loca...-susurró Kanato a su oso-

—Sí, yo estoy loca...-dijo la pelinegra con ironía- Bueno, prometo que si no me molestan no los molestaré. Es un trato. -afirmó levantándose- ¿Puedo irme, no?

—Todos pueden retirarse. -gruñó Reiji-

Nélida volvió su vista hacia Yui, que había estado muy callada a su parecer. Se acercó y tomó un mechón de su propio cabello, envolviéndolo en su dedo índice.

—Yui. -llamó- ¿Te parece si pasamos la tarde juntas?

—Bueno... tenemos instituto en unas horas. -respondió insegura-

—Exacto, tenemos horas. -al escuchar silencio, borró su sonrisa- No me tendrás miedo, ¿o si? No hago daño.

—Claro que no... solo que las brujas no son aceptadas por Dios. Son impuras, Nélida-san...

—Oh, vamos. No soy una mala persona, ¿o también piensas eso?

—Claro que no...-tartamudeó- Usan magia negra, magia que no les pertenece... Además de que sirven al diablo. -susurró esto último-

—Veo que te han lavado el cerebro, linda. -suspiró- La magia de la que hablas no es precisamente eso, o bueno, han decidido apodarla así. Es algo sin nombre, yo prefiero llamarlo privilegios. Sea como sea, esta magia no le pertenece a nadie. Es de quien sepa usarla, y quien no, no debería. -sonrió levemente- Oye. -captó su atención- No le sirvo a nadie, bueno, solo a mi mamá, ella da miedo. Pero soy libre, las brujas somos libres, autónomas.

—No lo sé... no lo tomes mal, Nélida-san, es solo que...

—Eres muy pura, eso es bueno. Pero no creo que debas temerle a algo más. Digo, estas en una casa llena de chupasangres, dudo que le temas a algo que no te hará daño...

Por más que Nélida tratara de persuadirla, ella sabía que la iglesia le había lavado el cerebro a la pobre Yui. Ella era alguien libre, de eso se trataba ser bruja, no seguir mandos de alguien que se cree mejor que tú solo por poder o algo similar. Tu madre era una cosa, pero un castillo gigante con objetos religiosos era otra, al igual que un propio Dios.

Claro, ella creía en la mitología griega, y no podía negar o aceptar la existencia de un Dios o un Satán. No era alguien con los suficientes conocimientos para creer o no en eso o afirmar algo. Seguían siendo mitos, y los mitos se pasan de boca en boca. Mientras la gente se rompía la cabeza defendiendo a sus propios Dioses, ella prefería creer en los suyos en silencio, pero no seguir a ninguno que la mandara o impusiera. Al fin y al cabo era una humana más, aunque era especial.

Y no podía evitar pensar... "pobre Yui, está cegada". Y es que ella no tenía malas intenciones. Ésta bruja no tenía enemigos solo por la diferencia de razas, sean vampiros u hombres lobo.

—Sabes... a veces me pone triste que la gente hable tan mal de las personas como yo. Yui, las brujas no somos malas, o bueno...-rió- yo no lo soy. Pero aún así quisiera tener amigos... Pero si tú me tienes miedo aunque sea incapaz de herir a alguien, te entiendo, yo tampoco sería mi amiga. -dijo volteando con una expresión de tristeza-

—Nelida-san, no quise decir eso, yo... ¡seré tu amiga! No te ves mala. No te pongas triste. -dijo Yui tomando el hombro de la pelinegra-

—¿En serio? ¡genial! ¿amigas? -Yui asintió, con una pequeña sonrisa- Bueno, ahora que somos amigas podremos pasar la tarde juntas. -tomó su mano, arrastrándola hacia su habitación bajo la mirada de un vampiro perverso con sombrero-

–Vaya, persuadir a la zorrita para ser su amiga fue un gran plan. Pero... ¿qué ocultas, brujita? -rió con picardía-

Oh, vampiro, si supieras que realmente no tiene malas intenciones con la pequeña y dulce Yui. Pero no diría lo mismo de ustedes, no si la molestan.

 Pero no diría lo mismo de ustedes, no si la molestan

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WITCH | Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora