Capítulo 0

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Los individuos que presentan un carácter obsesivo tienen una inmensa necesidad de controlar el entorno, suelen apegarse a los detalles los cuales los convierten en personas observadoras analizando cada situación y pensando en muchas alternativas. Quieren que las cosas se hagan de una manera determinada y no de otra.

Han Jisung se encontraba caminando por las calles a paso lento con una libreta en mano, garabateando la mayor parte de la hoja y escribiendo pocas cosas en ella

"459 pasos" "339 metros" "6:00 a.m".  "7:30 a.m." "3:24 p.m." "5:10 p.m." "8:43 p.m."

Desde que se independizó Jisung tiene una fuerte obsesión con uno de los vecinos de su  fraccionamiento.
Lee Minho un chico de aspecto atractivo, ojos rasgados, mentón afilado, cuerpo marcado y en forma. Luego de verlo caminando en el parque persiguiendo a uno de sus tres gatos el cual se escapó fue motivo suficiente para que algo en él despertara queriendo saber más y más sobre ese chico.
Obteniendo primero su nombre después de que la madre del mayor gritara su nombre, Minho atrapó como pudo a su gato caminando hacia su casa, donde claramente el menor no desaprovechó y con una distancia moderada observó la ubicación de donde vivía.

"Nombre: Lee Minho"
"Nacimiento: 25 de Octubre de 1998"
"Edad: 25 años"
"Altura aproximada: 1.70+"
"Cursando su último año en la universidad"
"Tiene 3 gatos"
"Va a clases de baile por las tardes después de clases"
"Soltero"
"Color favorito: azul menta"
"Hobbies: hacer coreografías, ver animes y películas"
"Amistades: Kim Seungmin, Christopher Bangchan, Yang Jeongin"

Comúnmente su fuente de información más confiable era las redes sociales de aquel chico, pasando casi todo el tiempo analizando las fotos que subía el castaño, los lugares que frecuentaba, con quien salía, que días estaba fuera, si le gustaba tomar. Todas esas cosas para él eran de mucha importancia.

"Si tan solo tuviera el coraje de hablar contigo...amor mío" pensaba mientras miraba al chico caminar para ir a sus clases, el sentado en una banca del parque, con una capucha color gris y unos pantalones blancos, con unos audífonos de diadema disimulado que estaba solo ahí para observar al chico pero con un plan en la mente.

Han vio su reloj dar las 5:20 p.m y con eso llevó a cabo su plan se levantó y caminó en sentido contrario del castaño "muy metido en sus pensamientos" que solo sintió como chocó con el, cayendo así al suelo.

– cielos viejo ¿te encuentras bien? No te vi lo siento– preguntó este Minho al ver a aquel chico en el suelo y también ayudándolo a pararse.

–no, perdóname, no vi por dónde caminaba– explicó mientras aceptaba la mano del contrario para pararse sacudiendo su pantalones después

–ay no tu pantalón, debió arruinarse por la tierra que hay aquí, déjame ver si te ensuciaste mucho– al decir esto volteó a Jisung y miró su parte trasera para observar si estaba manchado.

Han comenzó a reírse por la situación, comentando que parecían de esas amigas que se revisaban si no habían tenido un accidente ahí atrás, y ambos se comenzaron a reír. Para el menor fue algo mágico escuchar la risa de su enamorado y solo quería escucharlo reír otra vez, pero justo cuando iba a presentarse formalmente el otro interrumpió.

–perdón por cortar tan de repente, me tengo que ir, suerte viejo y fíjate al caminar, no querrás manchar tu pantalón de nuevo– y sin más, se despidió con un golpe leve en el hombro del contrario y partió dejando con las palabras en la boca a Han lo cual no le agradó mucho.

Caminando de regreso a su casa enfadado y pateando cualquier cosa que tenía en frente, a lo lejos pudo observar que alguien lo estaba esperando a fuera de su casa sentado pero poco le importó y siguió caminando a su paso hasta llegar.

–y tú qué haces aquí?– preguntó con tono tajante

–¿qué? ¿Acaso no soy bienvenida a tu casa?– expresó la chica parándose de las escaleras para subir a la puerta de entrada

De mala gana y volteando los ojos el chico abrió la puerta dejándola pasar. –ya te dije que me tienes que avisar cuando quieras venir Samira, no me gustan las visitas–

Samira era considerada la única amiga del mayor, siendo su vecina por más de 20 años conociéndose desde pequeños, ella era sociable y bonita, no era coreana, así que destacaba por sus rasgos latinos, piel morena, y cabello castaño con ondulaciones.

–Gracias idiota, yo también te extrañé– dijo sarcásticamente –y que cuentas ¿ya tienes novio? Oh sigues acosando a los chicos y nunca les hablas?– ella lo conocía bien y sabía perfectamente que uno de sus hobbies solo era mirar a los chicos que se le hacían atractivos.

Han calló y la volteó a ver serio dándole a entender que en efecto seguía siendo en mismo, ella soltó una risa mientras negaba con la cabeza
–en verdad das miedo, tienes que cuidar eso, oye temo que un día venga a tu casa y encuentre a un chico secuestrado y puesto en una vitrina como si fuera un trofeo–
El contrario volteó los ojos y cambiaron de tema, la chica no se quedó por mucho tiempo ya que tenía planes, así que dos horas después salió de la casa rumbo a otra dirección.

–perra– susurro entre dientes Jisung mientras la veía partir, cerrando después su casa para hacer sus responsabilidades.

CONTINUARÁ

Obsesión mortal (minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora