–Nada! Sigue sin contestar, ese maldito me va a oír cuando lo vea– vociferó Bangchan observando constantemente su celular esperando algún mensaje de Minho.
–Algo está mal...siento un mal presentimiento chicos y realmente me preocupa– esta vez hablo Jeongin quien se cruzó de brazos recargando todo su cuerpo en el sofá.
Tres amigos estaban en la casa de Seungmin supuestamente iban a ir por algo de tomar a algún bar o antro cerca de ahí, pero todo fue interrumpido por Minho que no contestaba ni los mensajes ni las llamadas de sus amigos, haciendo que estos se empezaran a preocupar.
–¿y si vamos a su casa? Tal vez se quedó dormido y por eso no contesta– habló Seungmin parándose del sofá, tomando las llaves de su carro dirigiéndose a la salida.
Ambos chicos lo siguieron, subiéndose al carro en dirección a la casa de los Lee.
Cuando llegaron estos fueron recibidos por su madre quien les invitó a pasar gustosa.
–y díganme muchachos ¿que los trae por aquí?– preguntó la señora, curiosa por la inesperada visita.
–venimos a ver a Lee, no nos contesta el celular desde hace horas, y queríamos saber si estaba bien– dijo Bangchan mientras agitaba su celular esperando una respuesta.
La madre del joven los miró, sorprendida, ahora ella tomó su celular buscando algo.
–Minho está afuera ¿acaso no les dijo nada– los miró notando como se observaban entre sí, volviendo su vista hacia ella negando su pregunta –se fue a...Wonju dijo que estaba con un amigo que era de ese lugar–
–¡¿Wonju?!– gritaron los tres chicos mirándose, incrédulos por la noticia tan repentina, la madre de Minho asintió sorprendida de que su hijo no les hubiera comentado nada a sus amigos.
Los tres chicos sin preguntar más salieron de la casa, no sin antes agradecerle a la señora Lee y disculparse por las molestias.
Ya en el carro todos se miraron entre sí con una duda y preocupación enormes.
–Lee Know no está bien– comentó Bangchan rompiendo el silencio.
–pero si le dijo a su mamá que estaría ahí entonces...– Seungmin trató de calmarlo pero aún así fue interrumpido.
–Minho no es así! Aunque si, es cierto luego se va como si nada importándole poco el mundo, siempre nos dice antes, nunca se va de la nada sin antes consultarnos ¿qué tal si está en peligro?– esta vez habló Jeongin, su presentimiento de que algo estaba mal iba en aumento, provocando que poco a poco empezara a alterarse.
Ambos amigos lo intentaron calmar y decidieron tomar una decisión muy difícil, sin ninguna pista, ni nada de información iban a ir hasta Wonju, buscando por todos los hoteles algún rastro de su amigo, y yendo a los lugares mas populares de la ciudad.
Lee Know comenzó a abrir los ojos, estos se sentían pesados, su cabeza estaba dando vueltas, sus muñecas y tobillos ardían, y su garganta la sentía seca y rasposa. Poco a poco comenzó a moverse, intentando sentarse en la cama, observando que el lugar se encontraba un poco más limpio, al principio no pudo notar el intento de decoración de la habitación, unas flores en un jarrón, y varios arreglos de centro estaban colocados en un mueble. Miro hacia las paredes notando como habían fotos de él, una en especial le llamó la atención, estaba el, con una camisa blanca y su mochila de color gris, esta la usaba para ir a sus clases de baile, se en encontraba caminando mientras pasaba por las casas de sus vecinos.
Parpadeo un par de veces, intentando recordar cuando le tomó esa foto, pero no pudo "estaba demasiado cerca" pensó mientras se culpaba a sí mismo por no darse cuenta antes.
Los minutos pasaron y los crujidos de la manera resonaron desde afuera de la habitación, anunciando la llegada de Jisung.
Este entró a la habitación, con una expresión neutra en su rostro, tenía moretones y cortadas en su rostro, su ropa estaba manchada de sangre. Pero aún así le regaló una sonrisa a Minho levantando una charola con comida y agua para el.
Minho vio la escena con sorpresa y un poco de culpa, recordando todos los golpes que le había hecho el día anterior.
–te traje...el desayuno– anunció Jisung, sus palabras salían entre cortadas, respirando mucho aire para hablar. Pero aún así se dirigió hasta Minho dejando la charola a un lado de la cama.
–¿y a ti qué te pasa?– vociferó Minho viéndolo a los ojos, –¿porque de repente hablas como si fueras asmático?– mencionó tomando un trozo de sándwich que le había preparado Jisung.
–en realidad...si tengo...asma– soltó con dificultad –esa patada...realmente...me tomó...por sorpresa– inhaló con fuerza recuperando en aliento.
Minho por primera vez se sintió mal por sus acciones, ver a Jisung así realmente está haciendo que se sintiera culpable.
–Jisung, lo siento...no quise– comenzó a decir, pero Han lo interrumpió con una sonrisa débil.
–no tienes– respondió –por favor...no te disculpes...y menos con alguien...como yo– Jisung se acercó a él tomando suavemente su cara obligándolo a verlo.
–Minho yo...solo quiero...que estés bien...pero todo...lo estoy haciendo mal–
Su voz se comenzó a ir, volviendo sus palabras en susurros, el más que nadie sabía que estaba mal, pero Minho lo llevó a hacer esto, el nunca se iba a fijar en él.
Dicho esto salió del cuarto recorriendo los pasillos, buscando la puerta que con desesperación comenzó a abrir. Saliendo de la casa respiro el aire fresco de la mañana, cayendo de rodillas en el suelo, empezando a toser frenéticamente, sentía como sus pulmones no estaban dándole el aire que necesitaba, su esternón y costillas dolían. Con mucho esfuerzo se dirigió a su carro, encendiéndolo y manejando lo más rápido que pudo para ir a la farmacia más cercana del lugar.
Por primera vez se estaba preocupando por su propia vida.
CONTINUARÁ
