Capítulo 21 Te extraño

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Reflejada contra los rayos del sol, su piel parecía porcelana fría, su cabello, azabache, llegaba a relucir en ocasiones sutiles tonos azules, y sus ojos, negros y penetrantes, parecían tan hipnotizantes como la mirada de un gato callejero a mitad de la noche, le encantaba como la silueta de su cintura se pronunciaba cuando dormía boca abajo, como la curva de su columna se hundía hasta llegar al coxis y como sus manos se entrelazaban entre las sábanas blancas satinadas,  podía prestar atención a cada centimetro de su cuerpo, sus dedos, sus uñas, sus brazos, sus hombros, el cuello, su boca, su voz, casi podía escucharlo llamándolo "Naruto... Naruto..."

-¡Naruto.... Naruto!-

Despertó de su trance, de pie, en el pasillo del colegio, incluso ya se le habían caído algunas copias al suelo, quien sabe cuánto tiempo se había ido, su padre llegó por detras y lo tomó de los hombros.

-Te he estado llamando desde hace rato y no respondes, ¿Que te pasa, sigues dormido?-

Se agachó para levantar las hojas "Lo siento" le respondió en voz baja, camino unos pasos y las hojas volvieron a caer, regandose por todo el pasillo, Minato inhalo fuerte y se llevó una mano a la cabeza, tratando de controlar el impulso de gritarle a su hijo.

El rubio se puso en cuclillas y levantó una, otra hoja, después otra, sin embargo parecía no tener energía en sus movimientos, como si todo lo hiciera en automático.

Minato se agachó para ayudarlo, le junto la mayoría de los papeles y levantó a Naruto del brazo - De acuerdo ¿Que te sucede? Llevas actuando como zombie desde antier, ¿Sabes que es ahora cuando más debes esforzarte cierto?-

Naruto ni siquiera levantó la mirada, solo asintió lentamente con la cabeza -Lo siento-

Frustrado por no poder llegar a su hijo, quiso indagar con más preguntas, sin embargo la campana sonó y los pasillos comenzaron a aglomerarse de estudiantes, su oportunidad se había ido, se acercó a su hijo y le dijo en tono bajito "Esto no se queda así, hablaremos seriamente en cuanto las clases terminen-.

Minato se separó de el, y se alejó por el pasillo, desapareciendo entre la multitud, Naruto trató de calmarse, ciertamente, no estaba bien, hace 3 días que su relación con Sasuke había llegado a su fin y pese a que vivían uno frente al otro, no se habían topado ni siquiera una vez, las únicas veces que podía vislumbrarlo era en sus sueños, cuanto ansiaba que llegara la noche para poder dormir y buscarlo entre sueños, lo extrañaba, lo extrañaba demasiado.

- ¿Profesor Naruto?-

Despejó sus pensamientos y se giró para ver quién lo llamaba, se trataba de Hinata, una maestra del colegio que daba como asignaturas Inglés e historia.

-Hinata, hola-

La chica se acercó a él y le entregó una cajita con sobres de té -He notado que no te has sentido bien, estos sobrecitos de té los hacemos en mi familia desde hace generaciones, son buenos para dormir y para calmar malestares musculares e incluso ayudan para la ansiedad, por favor aceptalos,  te harán muy bien-

Se los entregó y sin esperar respuesta  se fue por donde había llegado, nuevamente el rubio se quedó solo, esa separación estaba afectando su trabajo, sabía bien que era un momento importante, Tsunade de vez en cuando entraba a las clases del rubio a observar, hacia anotaciones y después se iba, claramente lo estaban observando, pero no podía evitar sentirse mal, sabía que por su culpa las cosas habían terminado tan mal.

Se puso derecho y camino hacia su siguiente clase, trataría de dar lo mejor y esperaba que el día pasara rápido para irse a casa.

Sasuke no podía estar diferente, había cometido varios errores en el trabajo, hizo mal varias facturas y derramó el café por fuera de la taza unas 3 veces, no hacía más que disculparse con sus compañeros del trabajo.

A 4 metros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora