Capítulo 28 Impaciente

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Había pasado un mes desde aquella discusión, y aunque la pequeña Satsuki se disculpó con su padre, el Uchiha decidió no incluir a Naruto en sus planes de fin de semana mientras sus hijos estuvieran en su departamento, al principio, para Satsuki eso fue algo bueno, estaba contenta de que su padre respetara sus deseos de no querer conocer a Naruto más allá que como su maestro, sin embargo poco a poco aquella niña podía notar que su padre se envolvía en un aura melancólica, con sonrisas fingidas y suspiros cada minuto, mirando la puerta, esperando que el maestro entrara por esa puerta e iluminara su día.

En cambio, Satoshi era más expresivo, su rostro era más parecido al de su madre, para el, quizá por ser más pequeño, no había inconveniente de que su padre y el maestro estuvieran juntos en casa, era incluso mucho más divertido para el, al maestro le gustaba mucho jugar con el al smash y siempre estaba dispuesto a leerle cuentos o comprarle helado, era para Satoshi un hermano mayor muy divertido, y en clase siempre le ayudaba cuando tenía dudas.

Sakura llegó por ellos por la tarde, aún era un poco incómodo ver a la cara a Sasuke, después de todo ella si comprendía perfecto el tipo de relación que el moreno tenía con el maestro, y aunque lo había aceptado, le costaba trabajo sobre llevarlo pues dentro de ella aún existían sentimientos por su ex marido.

Los niños se despidieron de su padre y en cuanto la camioneta se esfumó al dar vuelta, Naruto salió de su departamento, llevaba consigo un refractario empapelado, se acercó al Uchiha, lo abrazó suavemente por la cintura con una mano y le dio un besito en la mejilla.

-¿Estas bien? ¿Como te fue con los niños?-

Sasuke recargo su cabeza en el hombro del rubio -Bien, aún es difícil pero creo que mientras no te mencione no habrá problema, pero eso me desanima mucho-

Naruto lo tomo de la mano y lo jalo para que juntos caminaran al departamento del Uchiha -Se que quieres que acepten nuestra relación, pero dales tiempo, después de todo aún son unos niños-

- Lo sé-

Entraron al departamento, Naruto camino hacia la mesa y dejó el refractario, el Uchiha disimuladamente observaba atento el trasero marcado del rubio, se veían geniales esos bermudas en el, cuando el rubio se giró a verlo, cambio si mirada a otro punto, creyó disimular perfecto pero Naruto sonrio con satisfacción al saber que el Uchiha lo miraba con deseo -Traje unos aperitivos que combinan perfecto con la botella de vino que está en tu alacena-

-¿Ah si?-

El rubio levantó la tapa del refractario, queso, uvas, pretzels, galletas saladas, tomates cherry, fresas, jamón y salami perfectamente acomodados, de los bolsillos de sus bermudas, saco 2 velas blancas pequeñas -¿Te gustaría escuchar un poco de música en la terraza? Un poco de vino y estos deliciosos snacks para pasar el rato-.

-Claro, ¿Sin ninguna intención detrás?-

Naruto sonrió, se acercó al Uchiha, lo tomó de la barbilla y le plantó un beso, separándose de él lamiendo un poco sus labios -El resultado final varía dependiendo de lo que tu quieras bebé-

Al Uchiha le temblaron las piernas un poco, pero se mantuvo fuerte, camino hacia la alacena donde se encontraba el vino y sacó la botella junto con dos copas -Mañana es lunes, te recuerdo que tienes trabajo-

-Un poco estará bien- se acercó a la mesa y tomó su refractario -¿Vamos?-

Ambos caminaron hacia la parte trasera del departamento, donde yacía la pequeña terraza, se sentaron, sirvieron un poco de vino y se relajaron un poco.

Platicaron, platicaron mucho, Naruto le contaba sobre como le iba con las pruebas del trabajo, lo mucho que la vieja Tsunade lo intimidaba y como su padre constantemente le recordaba que tenía que esforzarse, al escucharlo, el Uchiha lo animaba, le recordaba lo inteligente que era y que su sueño siempre había sido ser director por lo que unas pequeñas pruebas no debían desanimarlo, que viera todo como un reto y pronto cumpliría su meta.

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