On The Bench

Capitulo 45: Judas

"Te veré más tarde."

Esas fueron las últimas palabras que Eren Yeager le dijo a Koneko.

Esas fueron las últimas palabras que les dijo a cualquiera de ellos mientras caminaba hacia su habitación en la casa de vacaciones Gremory.

Koneko no había respondido verbalmente, solo levantó una mano y dijo adiós.

Eren era un humano, no un demonio, además de estar enfermo. Tenía todo el sentido del mundo que fuera a la cama primero.

Despertarse último tenía menos sentido.

Eren solía estar en el banco del parque mucho antes de que saliera el sol y empezaran las clases, como si quisiera pasar el menor tiempo posible fuera de ellas. 

Aun así, se había acostado más tarde de lo habitual la noche anterior, por lo que dormir más de lo normal no era del todo inesperado.

Si es que dormía.

Mikasa también llegó tarde.

Koneko había notado la forma en que Rias, Sona y Akeno ocasionalmente miraban hacia la habitación que Eren había recibido. 

La Torre no sabía cómo se sentía sobre el tema, por lo que se centró más en el almuerzo que Akeno había preparado que en cualquier tipo de desastre complicado como ese.

Sin embargo, cuando apareció la tía Mikasa, todos tomaron nota.

El peón del Leviatán no se movía rápido ni tampoco lento. Sus pasos eran largos y directos, llenos de propósito, y no miró de reojo a los adolescentes que estaban comiendo.

Sin embargo, dos cosas llamaron la atención.

Lo primero fue su ropa. 

Era su uniforme de combate, ajustado y encantado. Koneko lo había visto varias veces recientemente, tanto durante el Tratado Kuoh como cuando el Peón se apresuró a ayudarlos durante la emboscada de Loki. No sabía por qué Mikasa estaría usando eso esa mañana.

Lo segundo y más desconcertante era su rostro.

Parecía que Mikasa Ackerman marchaba hacia su muerte.

Sona intentó llamarla, pero Mikasa marchó hacia la habitación con el círculo de teletransportación y desapareció.

"¿Qué fue eso?" Preguntó Rias, preocupada por el extraño comportamiento de la mujer mayor.

—¿La Brigada del Caos atacó de nuevo? —preguntó Issei, dejando el arroz en la mesa. Incluso él había notado el extraño estado de ánimo que rodeaba a la mujer.

"Fue a la casa club", dijo Sona, examinando el sigilo. Mikasa tuvo que usar elementos externos y círculos para teletransportarse en lugar de su propio poder, por lo que fue fácil descubrir a dónde fue.

"... ¿Olvidaste algo?" preguntó Koneko.

—No... —dijo Sona con el ceño fruncido. Luego abrió los ojos de golpe—. ¡Rápido! ¡Que alguien vaya a ver cómo está Eren!

"En eso", dijo Yuuto apresuradamente.

"¿Qué está pasando?" preguntó Rossweiss, frotándose los ojos con cansancio mientras Yuuto pasaba corriendo junto a ella subiendo las escaleras.