Su adicción lo hace sentir tan bien pero a la vez tan mal...
Lo que comenzó cómo una búsqueda de aprobación y cariño, terminó por convertirse en una búsqueda desesperada de placer carnal, todo con el fin de sentirse querido de alguna forma.
🚩⚠️ S...
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El planeta tóxico se detuvo de golpe al sentir dos fuerzas gravitatorias acercándose a él. Se alertó de inmediato al darse cuenta de quiénes eran.
— ¡Maldita sea! ¡Esos imbéciles vienen a fastidiarme! — Masculló con desesperación mientras sus ojos se dirigían al cinturón de asteroides, buscando un lugar donde ocultarse.
Tierra con una sonrisa burlona, aceleró la velocidad y lo sujetó firmemente del brazo, impidiéndole escapar. En ese instante, Venus deseaba con todas sus fuerzas que el Sol no estuviera distraído.
— Hola, diosa hermosa~¿Por qué nos estás evitando? ¿Acaso sigues enojado con nosotros? — Preguntó burlonamente.
Venus sacudió fuertemente el brazo, intentando soltarse del agarre, pero el otro lo inmovilizó con sus fuertes brazos.
— ¡Aléjate! No quiero que me contagies tus piojos. — Habló furioso. Sacudió todo su cuerpo con mucha fuerza para apartar a la Tierra, pero otro par de fuertes brazos lo rodearon desde atrás, sometiéndolo por completo.
El planeta caliente volteó su cabeza y se topó con el cómplice de la Tierra, Marte.
— Eso me ofendió, pero lo dejaré pasar por esta vez. — Expresó la Tierra levemente molesto. — Además tengo otro asunto que discutir contigo.
— ¿Que asunto? — Preguntó confundido. El planeta con vida se alejó un poco de él y lo contempló con una expresión severa.
— Me robaste algo y lo debes saber bien. Puedo soportar tus ofensas pero no el hecho de que andes tomando mis cosas sin mi permiso. Necesitas un castigo urgentemente para que aprendas a no tomar las cosas ajenas, diosa de la belleza. — Dicho esto, se acercó al cuello de Venus y hundió su rostro en él.
Venus se estremeció ligeramente al sentir como Tierra empezaba a depositar suaves besos por todo su cuello. Los labios del planeta habitable eran suaves y frescos al tacto, provocándole un agradable cosquilleo cada vez que se estampaban contra su cuello.
— Mgh~ ¡Ya te lo repetí miles de veces, Tierra! ¡Nunca me vas a follar, ni tú ni Marte! — Exclamó enojado y algo avergonzado. Por más que le gustará recibir aquellos besos, no iba a permitir que su orgullo y dignidad quedarán pisoteados.
— Shh, Shh. Tranquilo, no te vamos a hacer daño. — Susurró Marte desde atrás. Giró la cabeza hacia él y lo miró con desdén.
Finalmente su paciencia se había agotado.
— Tch... no pienso volver a soportar sus estupideces. — Con un movimiento rápido, levantó su rodilla y la impacto contra el abdomen de Tierra, esté rápidamente se alejó de su cuello adolorido. Marte vió esto y lo soltó para ir a socorrer a su amigo.
