"What a shitty day"
Patinó apresurada apenas sonó el timbre, con una mano aplastaba la hoja de papel en la que estaba escrito su aviso por mal comportamiento. Su pelo se movía fuertemente por el viento y se detuvo frustrada frente a la cancha de patinaje que ya conocía, puesto que solía visitarla con frecuencia.
Ató su pelo en una coleta, guardo bruscamente el aviso en el bolsillo de su pantalón y comenzó a patinar por la cancha en la que con esfuerzo apenas había un par de chicos. Su pie aceleraba por cada momento que pasaba y por cada curva sentía el estrés salir de su cuerpo.
En un mal movimiento, sintió como perdía el equilibrio patinando por una curva alta haciéndola caer bruscamente contra el concreto y lastimándola. Jadeo quejándose en el suelo por los golpes y el impacto que había recibido.
"Vaya día de mierda" Pensó tratando de incorporarse.
Una mano apareció frente a ella, ofreciéndole ayuda para levantarse.
- ¿Estás bien? - preguntó el chico rubio frente a ella, con una sonrisa amable pero con un deje de preocupación en su voz.- esa caída lució dolorosa.
La castaña tomó la mano del chico para ayudarse a incorporarse, una vez estuvo parada, limpió un poco su ropa.- Fue avergonzante - se sinceró la chica bromeando un poco.- gracias por ayudarme. Soy Rebeca.
- Soy Kyle - se presentó ofreciéndole su mano para estrecharla. - Te he visto patinar por aquí, eres buena.
La ojíazul sonrío sintiendo sus mejillas teñirse ligeramente de rosa, ahora que estaba de pie podía apreciar lo bien parecido que era el chico frente a ella, por no decir otra cosa. Era alto, delgado y con una sonrisa preciosa.
- ¿Eso crees? yo no te había visto, lo recordaría...- se confesó un poco avergonzada por alguna razón.
- Tendrás tiempo para verme - dijo coqueto el chico, sacando de su bolsillo su celular.- Anota tu número, me encantaría patinar juntos un día.
Un poco descolocada la chica aceptó y el rubio se fue cambiando completamente el humor con el que Becca había llegado al lugar. Patinó de regreso a casa, casi olvidando lo que la había hecho enojar.
Claro, eso no duraría mucho.
Al llegar a casa vio a su madre en la sala hablando con la mamá de los Wilkerson, mordió su labio al recordar que tendría que decirle lo de su castigo.
- ¿Becca?, ¿qué demonios te pasó? - preguntó su madre al ver su ropa salpicada de pintura. La señora Wilkerson volteó a verla también.
- Yo... discutí con Malcom y ahora estoy castigada... - confesó mirando al suelo apenada.
Su madre solo suspiró cansada de las quejas y peleas que la chica tenía con sus vecinos.
- ¿Él te hizo esto? -bufó furiosa Louis, y antes de que pudieran darse cuenta, se dirigió a su casa muy molesta, maldiciendo por lo bajo a su hijo del medio.
Esa noche Becca fue a dormirse pensativa, ideando cosas que pudiera hacer para molestar a sus vecinos, para devolverles de una vez por todas la jugada y por su mente paso una idea.
Una venganza, pero ¿no sería demasiado cruel ejecutarla?
Ladeo la cabeza pensativa, no se sentía capaz de hacerlo... sin embargo, a su cabeza llegó el recuerdo de las hirientes palabras de Malcom. El tema de su padre y el cómo lo habían sobrellevado era algo que aún era muy delicado y doloroso para ella, porque sabía que era verdad.
Se asomó por su ventana y vio a la familia a lo lejos, un caos como siempre, pero sabía que tenían amor de por medio y que, si algo tenía el chico que ella no, era un padre que lo amara y procurara siempre, lo veía seguido con Hall.
Limpió una lágrima traicionera que se había escapado de sus ojos y suspiró. Bajo por las escaleras y salió silenciosamente de su casa para patinar un poco.
Por su mente pasaba la idea de fingir estar enamorada de Malcom, salir con él y decirle al final que todo había sido una venganza, pero sentía que pasaría el límite.
Mientras patinaba, a lo lejos, en un parque cerca de la zona vio sentados al par de chicos que últimamente la estaban volviendo loca. Paro de patinar y en silencio se acercó pensando en si hablar con ellos. Pensando en si tal vez valdría la pena arreglar las cosas.
Pero su corazón dio un vuelco al escuchar su nombre salir de la boca de Malcom.
- Es que en serio, ¿qué se cree, eh? - se quejó con su hermano al no reparar en la presencia de Becca, la castaña se escondió detrás de un árbol para escuchar atenta sus palabras - no ha hecho más que arruinar mi vida desde que llegó aquí.
- Es una chica bonita, todas las que son bonitas actúan así - dijo Reese, encogiéndose de hombros. - Pero estas dos semanas que hemos tenido que hacer lo que dice han sido un infierno.
- Y que lo digas, ¡mamá se volvió loca cuando vio el castigo!, la defiende como si fuera su hija y al hombre al que si le debería importar, su papá, ¡ni siquiera la quiere cerca!, ya puedo ver porqué. Y de verdad, ¿enserio cree que alguien a su alrededor esta con ella por qué es interesante? está vacía, conozco a las de su tipo.
Reese rió un poco ante lo que su hermano dijo. - Lo sé, huecas pero lindas.
- Me sorprendería que hubiera algo interesante en ella, pagaría por verlo - agregó Malcom y Becca había oído suficiente.
La chica retrocedió en sus pasos. Aprovechó que no la habían visto y regreso a su casa rápidamente, sin dejar de acelerar su patineta, sintiendo su corazón querer salir de su pecho y sus ojos cristalizarse.
Llegó a su casa y se tumbó en la cama apenas tuvo la oportunidad.
Bien, ¿los Wilkerson querían sacar lo peor de ella? lo tendrían.
Haría que Malcom Wilkerson y Reese Wilkerson se enamorarán tan perdidamente de ella que les haría doler el corazón tanto como ellos lo hicieron con sus palabras.
AUTHOR'S NOTE
Holaaa, lamento muchísimo haber tardado taaaanto en actualizar:(((( De verdad estaba en un bloqueo enorme y aún así no me gustó mucho el resultado pero espero que les haya agradado el capitulo.
Las cosas se pondrán interesantes a partir de ahoraaa, así q si quieren continuación 15 votos para actualizar:)
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Survivor | Malcom in the middle
RomanceEl primer amor en la adolescencia genera un impacto en nuestras vidas de alguna manera, Malcom Wilkerson creyó que ni siquiera podría experimentar el amor hasta que la conoció a ella. Dos mundos distintos que chocarían por simple casualidad.