Observador. [2ho]

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A pesar de que eran las dos de tarde el día estaba algo oscuro, las nubes se pintaban de diferentes tonalidades apareciendo algunas desde blanca completamente puras hasta algunas más grisáceas claramente cargadas de aguas.

El cielo está completamente lleno de ellas, decorandolo.

El fuerte sonido de la puerta lo sacó de su mente, sus ojos volaron hacia el hombre pequeño, con anteojos y una barba que ya estaba comenzando a tomar un color canoso.

Sin decir nada sacó su libro de historia y solo lo colocó sobre la mesa escuchando como el hombre comenzaba a dar su clase.

Dando una rápida mirada hacia afuera volvió la vista
hacia su reloj en su muñeca para comenzar a contar.

Cinco. Cuatro. Tres. Dos. Uno.

─ Señor Choi Jongho.─ el hombre negó con la cabeza.

Yunho sonrió.

Pelo castaño no tan largo, una tez blanca pero no pálida, jeans y polera a juego siendo negras y una chaqueta de jeans azul, un anillo en la mano izquierda y dos en la derecha, las pulseras en sus muñecas eran infaltables al igual que su collar de cadena.

Su pecho subía y bajaba, tal vez por el nerviosismo o por haber corrido a clases, miró directo a su rostro emocionando un poco por ya saber las muecas que haría el contrario al escuchar como era regañado por el profesor.

Cerró los labios sonriendo sin mostrar los dientes, su mano izquierda viajó hacia su cabello revolviendo un poco este y luego dejarla sobre su nuca de forma nerviosa, se balanceo un poco y una vez que el profesor terminó de regañarlo sonrió de forma sutil para pasar directo a su lugar en el aula.

Choi Jongho, gustaba de él, por supuesto que sentía una atracción hacia el,  pero se podría decir que Yunho no era bueno en el amor, el se consideraba bueno observando. Solo eran compañeros de clase, no cruzaba palabra alguna con él.

Para Yunho en algunas ocasiones era mejor contentarse.

Solo mirando a las personas.

Sobre todo si esa persona era agradable de mirar como Choi Jongho.