Observador. [2ho]

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Verano. Calor. Asco.

Se podría decir que era un día asquerosamente soleado y caluroso, el sol pegaba a más no poder y sentía su piel quemar. Sin problema alguno evitó tomar el puesto de la ventana y se ganó en un rincón, sabía perfectamente que nadie se iba a sentar a su lado.

¿Perfectamente? perfectamente equivocado, si.

Un castaño entró, por primera vez desde que lo conocía, a tiempo para la clase de Historia mirando a su alrededor como si buscara algo y al tener en su vista a Yunho mostró una pequeña sonrisa, como si hubiera sido de forma automática los pies de Jongho se movieron hacia el lado de Yunho sentándose en silencio y acomodando su cuerpo solo dándole
una mirada cálida al contrario.

Casi dos horas de clases.

Dos horas en las que no puedo prestar atención alguna en clases viendo mas de cerca al castaño, un lápiz de tinta negra giraba sobre sus dedos de vez en cuando parando para luego volver a girarlo, sus dedos algunas veces jugaban con las hojas y al momento de tomar apuntes afirmaba su libro como si alguien se lo fuera a quitar.

Sus manos eran un poco más pequeñas que las propias, venas marcadas y marcas de anillos
en ella, un anillo en cada dedo, se distraía y movía la cabeza como si estuviera con audífonos escuchando alguna melodía pero en realidad no traía ningún auricular.

A Jongho le encantaba el verano, y él lo sabía.

Parecía que cada verano por algún motivo Jongho se veía más atractivo y brillante.

Recordando de golpe uno de los gustos del contrario, espero algo ansioso a que tocaran el timbre para salir.

Se levantó de golpe causando un salto en el más pequeño a su lado y sacó la manzana rojiza casi brillante, la dejó en la mesa.

─ Disfrutala.─ sonrió mostrando por primera vez sus dientes y salió rápido del aula.