Hora de dormir, me tengo que acostar,
pero antes dime si me puedo masturbar.
Quiero escapar del sobrepensamiento
que me mata lento.
Imaginando escenarios que nunca van a pasar
o recordando las tragedias que la vida no se quiso llevar.
Solo estoy sintiendo como el tiempo pasa lento,
es un infierno.
Y mi cuerpo lentamente comienza a sudar,
la cama está muy sucia; al amanecer la tendré que limpiar.
Pero por lo mientras quiero abandonar mi templo
lleno de sangre y quemado por el hielo.
Quiero estar acostado y sentir
una araña en el pecho,
la aplasto mientras estoy mirando el techo,
luego la embarro por todo mi cuerpo.
PARTES DE UN CUERPO.
Girando en la cama, queriendo olvidar recuerdos,
como ese día que me tomaron del cuello,
aquella vez que me dijeron que debería estar muerto,
o cuando quise hablar,
pero callado me decidí quedar.
Porque sigo recordando sus manos en mi cuerpo
y su cara de tonto cuando dijo que no se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo.
¿Estoy pendejo? ¿Por qué lo quiero llamar?
Las partes de mi cuerpo no lo pueden olvidar.
No pueden olvidar la vez que soñé que moría lentamente,
cuando me dieron una manzana envenenada color rojo ardiente.
Y girando en la cama solo puedo recordar
la cámara de su computadora grabando mientras me quería besar.
Eso me lleva a los cristales rotos,
niños tontos,
cabello largo
y un yo desesperado.
¿Por qué no puedo olvidar al demonio en mi pared?
y esa triste noche que corrí hacia mi casa porque no sabía qué hacer.
Sigo girando,
me está mirando,
lo estoy oyendo
y ellos no me creen.
Antes de dormir siempre tengo que recordar
esos escenarios que quiero olvidar,
pero forman parte de mi cuerpo.
Son las partes de un cuerpo.
Un cuerpo que en las noches suelo abandonar,
pero a veces me voy a lugares lindos que sí quiero recordar;
como aquellas tres iglesias que vi en mis sueños,
o cuando conocí a la persona de la que estaría enamorado toda mi vida,
que al final sí se hizo realidad.
Todo forma parte de un cuerpo,
que al morir sus partes escritas estarán.
