Preparé el desayuno en tu casa,
parecía que éramos algo más
y tal vez no dejé claras las palabras,
tal vez te hice sobrepensar.Tu cuerpo era mi almohada
y mi pecho un lugar donde te podías recargar.
Con solo una mirada
supe lo que iba a pasar.En mi pierna escribiste tu nombre
y tus piernas en mi cuello después iban a estar.
Fue mi culpa, yo siempre soy el que te rompe
y por primera vez me iba a disculpar.Pero vi que ahora conoces a la persona que más amo,
ahora tengo mucha inseguridad.
Estoy muy enojado,
porque él sabía la mala relación que tenía contigo
y lo dejó pasar.Tal vez estoy exagerando,
tal vez él no me ama porque yo a ti no te quise amar.Y es mi culpa, por dejarte escribir en mi pierna tu nombre.
Es mi culpa por dejarlo en llamas estar.Estoy enojado con él por tratarte de hablar.
Él sabía todo lo que me hiciste pasar.
¿Por qué carajos ahora me pongo a sobrepensar?
Mi amigo no es, tampoco mi amor.
¿Por qué ignoraría todo si le importara quién soy?Ahora me doy cuenta de que nunca fui su primera opción,
solo soy alguien a quien le habla cuando siente dolor.
Porque si de verdad le importara
nunca habría hecho esta traición.Y cuando lea esto pensará que un exagerado soy,
pero de verdad ahora solo le quiero causar dolor.Y sé que está mal,
que lo puedo controlar,
pero no puedo dejar de llorar.Se suponía que este poema trataría sobre ti,
pero ahora me doy cuenta de que lo conoces como él me conoció a mí
y este dolor solo me despertó.No quiero volver a saber sobre ninguno de los dos.