Hyunjin, marcado por un pasado de abuso y adicción a las drogas, encuentra esperanza en Felix, un compañero de universidad. A través del apoyo incondicional de Felix y la terapia, Hyunjin enfrenta sus traumas y comienza a reconstruir su vida. Redesc...
El tiempo había pasado, y Hyunjin y Felix se habían mudado a un pequeño apartamento en la ciudad después de su graduación. Habían comenzado sus carreras, Hyunjin como diseñador gráfico y Felix como programador, y su vida juntos era un equilibrio de trabajo, amor y nuevos desafíos.
Una noche, después de un largo día de trabajo, se acomodaron en el sofá con una manta y una taza de té caliente. La rutina se había convertido en un refugio tranquilo, lejos del caos del pasado.
—¿Recuerdas la primera vez que me acercaste en el campus? —preguntó Hyunjin, apoyando la cabeza en el hombro de Felix.
Felix sonrió y asintió.
—Claro que sí. Parecías tan distante, pero algo en ti me hizo querer acercarme.
Hyunjin suspiró, recordando aquellos tiempos difíciles. Habían pasado por tanto juntos, y su relación solo se había fortalecido con el tiempo.
—Nunca pensé que llegaría a este punto —dijo Hyunjin, mirando a Felix con gratitud—. Gracias por amarme y ayudarme tal y como soy.
Felix lo abrazó con ternura.
—Siempre supe que eras fuerte, Hyunjin. Solo necesitabas un poco de apoyo para verlo.
Unos días después, mientras paseaban por el parque, Hyunjin se detuvo frente a una pequeña tienda de música. Siempre había amado la música, pero durante años había dejado de lado sus sueños creativos debido a su lucha con la ansiedad y las drogas. Felix, notando su interés, lo animó a entrar.
—Vamos, echemos un vistazo —dijo Felix, tomando su mano y llevándolo dentro.
Dentro de la tienda, Hyunjin se sintió como un niño en una tienda de dulces. Había guitarras, teclados y una sección de partituras y libros de música. Felix lo observaba con una sonrisa, feliz de ver a Hyunjin tan animado.
—Siempre he querido aprender a tocar la guitarra —admitió Hyunjin, acariciando una guitarra acústica expuesta.
Felix asintió, decidido.
—Entonces, deberías hacerlo. Vamos a comprarla.
Hyunjin lo miró sorprendido, pero Felix no aceptó un "no" por respuesta. Salieron de la tienda con la guitarra y un libro de lecciones para principiantes.
Durante las semanas siguientes, Hyunjin pasó horas practicando, encontrando en la música una nueva forma de expresarse y sanar. Felix lo apoyaba en cada paso, escuchándolo tocar y animándolo con palabras amables.
Una noche, mientras tocaba una melodía suave, Hyunjin miró a Felix y sonrió.
—Gracias por todo, Felix. Me has ayudado a encontrar mi camino de nuevo.
Felix lo abrazó, sintiendo la verdad en sus palabras.
—Estoy orgulloso de ti, Hyunjin. Has superado tanto, y ahora estás creando algo hermoso de nuevo.
La música se convirtió en una parte esencial de su vida juntos. Felix incluso aprendió a tocar el teclado para poder acompañar a Hyunjin en sus improvisaciones. Encontraron en la música una nueva forma de conectarse y compartir su amor.
Hyunjin sabía que su viaje de recuperación no había terminado, pero con Felix a su lado, sentía que podía enfrentar cualquier cosa. Juntos, estaban construyendo una vida llena de amor, esperanza y creatividad, un verdadero renacer de las cenizas del pasado.
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