El chico del área de apoyo -BakuDeku-

Capítulo 3: Un día agotador

Narra Izuku:

Cuando mis amigos se fueron, quede solo en aquel cuarto, caí al piso con el corazón a 1000 por hora, acaso...no iba a aceptarlo, es una tontería, decidí salir a visitar a mi madre, ocupaba despejarme después de una vergonzosa escena, además estaba muy cansado, necesitaba ver a mi mamá, la extraño demasiado.

Estaba en mi vecindario, eran alrededor de las 8:40pm, llegue a la puerta de mi casa y toque, mi madre abrió la puerta y cuando me vio, comenzó a llorar, me abrazo con muchas fuerzas y me hizo entrar, ella se sentó en el sofá, y yo imite su acción.

- ¿Cómo te ha ido Izuku? -pregunto Inko algo preocupada- ¿Comes bien?¿Tienes buenas horas de sueño?

- Me ha ido bien mamá, si como, casi siempre es una buena cantidad, la verdad es que últimamente no he dormido -dijo pasando su mano por su rostro cansado- pero estoy bien, ha habido muchos encargos, y la mayoría están atrasados, por eso no he dormido, pero estoy bien, compenso las horas de sueño en la mañana. -aclaro-

- Oh Izuku, me preocupas, soy tu madre, deberías descansar ahorita -propuso-

- ¡NO! digo no, vine a visitarte, quería pasar tiempo contigo y hablar como antes -sonrió-

- Bueno -acepto dudosa- dime, ¿Cómo es ahí?¿Es lo que esperabas?

- Sí mamá, es increíble, claro que hay mucho trabajo, y no se compara con el trabajo de un héroe, pero tiene su magia, además hay gente muy buena, y muy amable, son educados y respetuosos, o bueno...la mayoría -dijo rascando su mejilla- hay gente que tiene una actitud algo grosera, pero por dentro tienen un gran corazón, también que inconscientemente es amable, y son más tranquilos de lo que aparentan -dijo mirando el suelo con una sonrisa nostálgica-

- Ya veo -dijo algo tranquila- ya conociste a alguien ¿no? -pregunto-

- ¡¿EH?! NO CLARO QUE NO -grito nervioso- Que cosas dices mamá... -dijo en un susurro-

- Soy tu madre, se cuando algo te pasa -dijo seria-

- Vaya, parece que me conoces más que yo mismo -dijo burlón-

- No te burles de tu madre -aclaro seria- escucha Izuku, quiero que sepas que puedes confiar en mi, en lo que sea, soy tu madre, siempre voy a apoyarte en lo que sea cariño, eres mi bebé, siempre lo serás, no importa la edad que tengas, ni donde estés, siempre serás mi hijo, ahora y siempre -dijo tomando las manos de Izuku-

- Lo sé -dijo llorando- es que...mamá es demasiada presión...es demasiado trabajo, estoy exhausto...

Inko tomo a Izuku de los hombros y lo jalo para darle un abrazo protector, Izuku solo soltaba lágrimas y sollozos, el solo quería consuelo, solo era un chico de 16 años, y ya tenía mucha presión, pocas horas de sueño y exigencias por parte de los estudiantes. Estuvieron así unos 5 minutos.

- Mi Izuku...aquí estoy, aquí siempre estaré, cuando necesites desahogo, o simplemente un abrazo, tu madre siempre estará -dijo jugando con los cabellos de su hijo-

- Gracias mamá, te quiero -dijo para después cerrar sus ojos-

Izuku se quedo dormido en los brazos de su madre, Inko acomodo a su hijo en el sofá, fue a buscar una manta y lo cubrió con ella, seguido de eso, apago las luces y fue a dormirse a su habitación.

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A la mañana siguiente, Izuku se despertó, eran las 9am, era viernes, se sentó en el sofá y paso su mano por su rostro cansado, se levanto y fue a darse un baño.