Es…. Es muy curioso, pero da pena al mismo tiempo porque bueno… La vida no debería ser así de insípida, así de mecánica. La vida, según yo, debería ser un poco más natural, pero la vida ya no puede ser más dura…. A menos que caiga un meteorito. Y bueno, el hecho de que caiga un meteorito es preocupante…pero al mismo tiempo, quizás sería una esperanza. Quiero decir, sería un nuevo comienzo. Sería una nueva oportunidad para ir a empezar y disfrutar otra vez la vida y otra vez el proceso de crecer, supongo. Bueno, al fin y al cabo, crecer no sé si sea la mejor opción. Quizá lo mejor sería simplemente olvidar que todo esto ocurrió y ver si nos podemos…..volver más simples, de alguna otra forma, aunque ya no deberían haber más formas de desarrollo en las posibles líneas de evolución de estas hipotéticas sociedades post meteorito, porque no se me ocurre otra forma de desarrollo más que simplemente repetir todo esto que hacemos, explotarnos a nosotros mismos y explotar todo nuestro entorno. Crear objetos que automatizan nuestras funciones de supervivencia. Y otra vez sería un bucle. O sea, es imposible escapar de nuestro proceso productivo. Creo que esta crítica que yo planteo a mi subconsciente no es más que una ilusión. No es más que las ganas de que suceda algo de tal forma, aunque en el fondo jamás va a poder ser así porque es irreal. Es tonto, porque es…es muy pretencioso, es estúpido, es. Es de todo menos realista y eso quizás es lo que me condena personalmente. El hecho de que quizás pienso que se puede llegar a dar algo que en el fondo jamás se podría llegar a dar por las condiciones en las que el ser humano se desarrolla casi que de forma natural. De forma natural siempre buscamos en el beneficio personal, el beneficio propio, el beneficio para nosotros o para los nuestros. Y bueno, muchas veces hacemos hasta cosas que son imperdonables para conseguir eso, porque así estamos compuestos. Y bueno, o sea, si estamos compuestos así, significa que casi que de forma natural somos así, aunque no sé si nos desarrollamos de esta forma de manera natural, o si ha sido la sociedad la que nos convierte en eso, pero sea como sea, la cosa es que somos así y ya. Somos así y punto. Creo que si reiniciáramos todo 100 veces estaríamos en esta situación otras 100 veces más. ¿Estaríamos bien o estaría yo en este caso criticando otra vez a la sociedad diciendo que necesitamos un renacimiento 100 veces más para que por fin salga una sociedad en la cual no existan estos defectos? Pero ¿Cómo se podría evitar tanta ansiedad de consumo y tanta mecanización del ser humano? Pues la verdad es que no lo sé, tampoco se me ha de ocurrir, pero es cierto que es como nuestro camino predeterminado. Entonces quizás sea destino, supongo, o quizás sea, no lo sé, no lo sé realmente. Hay mucha ciencia, mucha tecnología y demás, también hay muchas fake news y muchas noticias que no son reales, etcétera, aunque yo sé que hay cosas que uno da por hecho que son así e inesperadamente no son así, en verdad no son así pero para nada, porque la ciencia está redescubriendo constantemente cosas y cosas y cosas y cosas maravillosas. Por lo tanto…..tanto avance tanta máquina, tanto producto, tanto centro comercial, tanto consumo humano, hace que el ser humano se encierre y se olvide de lo más esencial que posee, que es la capacidad de ir y de gozar de forma pura, hacer el bien de forma pura, ser nobles sin esperar una recompensa a cambio y hacer el bien sin esperar recibir también. El noble obra de forma buena, pero también de forma pura, porque los animales actúan mal y actúan bien, pero sin quizás criterios morales tan éticos y marcados y conscientes como los que tenemos nosotros. Como seres humanos, deberíamos dar el ejemplo, pero viendo cómo se ha desarrollado esta sociedad, y ahora con estos avances y revoluciones y descubrimientos científicos, etcétera, no tengo más que decepción, un sentimiento de arrepentimiento por formar parte de todo esto, quizás de forma indirecta, o quizás simplemente fui un personaje mucho menor que un personaje secundario, quizás ni siquiera tuve una relevancia, fui insignificante. Pero aún así me siento parte, no sé por qué. Por estar consumiendo estos productos, por estar comiendo esta comida, por estar formando parte de todo este mundo asqueroso de superficialidades, de máscaras, de personas que van de algo que no son, de engaños, de mentiras, de situaciones pasajeras, de interacciones pasajeras, de personas que mienten, de personas que te dicen que te aman, pero en verdad te odian, de expectativas de gente endeudada, de gobiernos corruptos, de delincuencia desatada, de inseguridad, tanta inseguridad que ni siquiera puedes confiar en la persona que amas. Estoy cansado de todo eso y todo eso está totalmente desatado y no hay una forma de frenar todo. La única forma de quizás cambiar eso es simplemente que todos mueran, porque no hay otra forma de ir y cambiar todo esto y todo este daño que se ha causado por el hecho de que el ser humano ha perdido su esencia como tal. Y eso es lo más duro y la condena total que tenemos como especie, que ya no tenemos conciencia común ni valores ni nada. No, todo lo hemos perdido, absolutamente todo lo hemos perdido por culpa de esta mecanización que recibe el hombre y el hombre ni siquiera se da cuenta de que está sufriendo eso, pero lo recibe, lo sufre y convive con eso como si nada, como si nada ocurriera. Pero no sabe que en el fondo ha perdido lo que le hace ser hombre. Y ahora….. si comparo entre una máquina y un hombre, ya no veo la diferencia entre la máquina que hace lo que le conviene sin sudor alguno, sin pudor alguno, sin vergüenza o sin esfuerzo desmesurado o esfuerzo por nobleza o por hacer lo que corresponde porque es lo que está bien. No, ahora la máquina y el hombre son exactamente iguales. Me recuerda mucho a la novela de George Orwell, de "Rebelión en la granja", en cuya escena final ya no se podía distinguir entre cerdos y humanos, pues eran exactamente lo mismo….
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El monstruo de la ventana
Fiksi RemajaUn hombre, más monstruo que hombre producto de sus acciones, se encuentra contemplando la vida estando vivo, pero sintiéndose ajeno a lo que supuestamente forma parte, pues estar vivo y vivir resultan contradicciones más que semejanzas...