𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐚, 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐭𝐨 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨́𝐱𝐢𝐦𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
La vida había tejido una compleja trama de cambios a su alrededor. Sin embargo, algo no cam...
El corazón de Chaeyoung se detuvo por un instante. Sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. Miró a Jennie con incredulidad, intentando procesar lo que acababa de escuchar. Jisoo también estaba conmocionada, su rostro reflejaba la misma confusión y preocupación.
—Jennie, soy Chaeyoung—, repitió con la voz quebrada. —Soy... soy tu esposa.
Jennie frunció el ceño con sus ojos llenos de confusión y desconcierto. — ¿¡Qué!? No tengo idea de quién eres.
Las palabras de Jennie eran como puñaladas en su corazón. No sabía qué hacer, qué decir. Las lágrimas comenzaron a fluir incontrolablemente, y se sintió impotente, incapaz de aliviar el dolor y la confusión de su amada Omega.
Jisoo se acercó y puso una mano en el hombro de Chaeyoung, intentando ofrecerle el mayor consuelo. —Chae, por favor. Vamos un momento afuera, Jennie parece ser que no está en condiciones todavía.
¿Quién eres tú...?
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Esas eran las palabras de Jennie que trastornaron la mente de Chaeyoung, dejándola sumida en una mezcla de incredulidad y angustia. El mundo, que había comenzado a recuperar su equilibrio, se tambaleaba nuevamente bajo sus pies.
Finalmente, todas lograron dar la primera visita a la castaña. Ninguna comprendía lo que sucedía, notaron como Chaeyoung, con el corazón destrozado, daba pasos vacilantes de vuelta y de regreso, a punto de provocar un hueco en el pasillo por sus pasos sin descanso. Al verse su estado, sus amigas se acercaron rápidamente para consolarla. Nayeon, Hoyeon, Lisa y Jisoo formaron un círculo a su alrededor, ofreciéndole abrazos y palabras de aliento.
—Es verdad, Jennie no nos recuerda a ninguna—, confirmó Jisoo, mirando a sus amigas con seriedad. —Deberíamos hablar con el médico.
—Ya lo hice—, intervino Hoyeon, tratando de mantener la calma. —El médico quedó sorprendido también, ya que la operación fue un éxito. Dijo que es muy probable que sea el efecto de la anestesia, quiere pensar eso, pero todo apunta a una probable conmoción por el accidente.
—Dijo que una vez que esté completamente recuperada, iría recuperando sus recuerdos gradualmente—, agregó Nayeon, aunque la respuesta del médico fue bastante vaga, dejando a todas con un sentimiento de incertidumbre.
Chaeyoung estaba demasiado abrumada por la preocupación para prestar atención a nada más. Nayeon, con un gesto compasivo, se acercó a Chaeyoung y le dio una sutil palmada en la espalda como un pequeño golpe de estímulo. Sabía que Chaeyoung estaba al borde de las lágrimas.
Minutos más tarde, Jennie fue trasladada de la habitación de terapia intensiva a una habitación común. Las visitas se hicieron de dos en dos, pero las malas noticias continuaron. Jennie había recordado los rostros de todas sus amigas, pero no el de Chaeyoung. Al salir, Chaeyoung sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies y solo el apoyo firme de Lisa impidió que se derrumbara por completo.
