⋆⭒˚.⋆
A regañadientes me subí en el asiento de copiloto y me puse el cinturón. Papá me miraba esperando alguna palabra de mi parte, pero yo solo quería desaparecer del mundo.
Al parecer, algún sapo le fue con la novedad de que su hijita iba a empezar a trabajar para la Federación. A penas estaba iniciando mi día cuando recibí su llamada de que pasaría por mi y hablaríamos seriamente del tema.
—Estoy esperando que hables, sino no arranco el carro — amenazó.
—Bueno, entonces tú también llegas tarde al entrenamiento.
—¿Puedo saber porque no me contaste qué el trabajo era en la Federación? —pude percibir la molestia en su voz —Pensé que no había secreto entre nosotros.
—Y no los hay papá. Solo que no estaba segura si me iban a aceptar y no quería ilusionar a medio mundo con la noticia —en parte si era verdad.
—Bien sabes que podía hablar con Romina y hacer las cosas más rápidas. El puesto hubiera sido tuyo desde el día uno y no tendría que haber pasado no se cuantos procesos.
—¡Es que eso es justamente lo que quiero evitar! —alcé la voz —Quiero empezar a ganarme las cosas por mi propio esfuerzo.
—¿O sea te avergüenza ser mi hija?
—No es eso —puse los ojos en blanco —Simplemente quiero saber que soy capaz de valerme en el mundo sin tener a los dos detrás —mamá también estaba incluida en esto —Esta era una gran oportunidad y mira, lo logré —volvió a mirarme —Así que por favor, ¿Podríamos estar felices e irnos de una vez?
Nos quedamos un rato sin decir nada, hasta que él fue el primero en ceder e inclinarse para darme un abrazo el cuál correspondí con muchísimo gusto. Lo menos que quería era estar disgustada con él.
—Estoy muy orgulloso de ti Alejandra, quiero que lo sepas y lo tengas presente todos los días de tu vida —asentí sonriendo —Solo espero ser el que mayor publicaciones tenga.
Reí —No puedo prometer nada, los demás me matarían.
El resto del camino fuimos charlando sobre las expectativas para su última Copa América. Me costaba realmente escucharlo resignarse a tener que despedirse poco a poco del fútbol.
—Entonces sin importar cuando termine la participación ¿Viajaremos a Orlando? —asintió —Súper, ¿Vendrá la abuela? ¿Puedo invitar a mamá? ¿A Nicole?
—Si a todo lo anterior excepto a tu madre —dijo mientras bajaba la luna para que lo reconocieran y le permitieran el paso. Ya habíamos llegado.
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ᴛᴜʀʙᴜʟᴇɴᴄɪᴀ / ᴏʟɪᴠᴇʀ ꜱᴏɴɴᴇ
Acakᵀᵘʳᵇᵘˡᵉⁿᶜⁱᵃ ᴬᵗᵉʳʳⁱᶻᵃᵐᵒ' ᵉˡ ᵃᵛⁱᵒⁿ ᵉⁿ ˡᵃ ⁱˢˡᵃ ˢᵒˡⁱᵗᵒ ˡᵒˢ ᵈᵒˢ, ʸᵉ, ʸᵉ ʸ ˡᵃ ᶜᵒˢᵃ ˢᵉ ᵖᵘˢᵒ ᵇⁱᵉⁿ ᵇᵘᵉⁿᵃ